Prensa: Conductor atribuye accidente de Madeira a "falla técnica"
Funchal (Portugal), 21 abr (dpa) - El conductor del autobús que se accidentó la semana pasada en la isla portuguesa de Madeira y causó la muerte de 29 turistas atribuyó el hecho a una "falla técnica" del vehículo, según informó hoy el diario regional "Jornal da Madeira".
El medio basa su informe en un representante del sindicato del transporte de Madeira, que visitó al conductor de 55 años en el hospital de la capital de la isla, Funchal.
Las autoridades no revelaron por el momento ninguna información sobre las investigaciones en curso.
Según los medios portugueses, el conductor del autobús herido tiene mucha experiencia y es muy responsable. Inmediatamente después del accidente ocurrido el pasado miércoles por la noche, el hombre fue sometido a una prueba de alcoholemia que, según los informes oficiales, fue negativa.
Los supervivientes y testigos presenciales informaron que antes del accidente, el conductor intentó reducir la velocidad del autobús mientras circulaba por la carretera empinada y sinuosa chocando el vehículo contra una pared de hormigón al costado de la ruta con la intención de frenarlo. Pero el autobús se salió de la carretera en una curva, volcó y cayó por un terraplén sobre una casa.
Si bien las primeras informaciones daban cuenta de que las 29 fallecidos provenían de Alemania, aún no esta clara la identidad de las víctimas. Las autoridades portuguesas esperaban este fin de semana que Alemania enviara archivos con huellas dactilares y datos dentales para permitir la identificación final.
El secretario regional de Salud, Pedro Ramos, dijo este sábado que el traslado de los cadáveres tendrá lugar probablemente "en los próximos días", una vez que se haya completado la identificación.
En tanto, la mayoría de los turistas alemanes supervivientes del accidente en Madeira regresaron el sábado a casa a bordo de un avión especial de la fuerza aérea germana, que aterrizó en el aeropuerto de Colonia-Wahn.
El Airbus A310 MedEvac, que es la unidad aérea de cuidados intensivos del Ejército alemán, había despegado al mediodía del aeropuerto de Funchal, capital de la isla atlántica portuguesa, con 15 heridos a bordo.
"Los 15 pacientes están bien de acuerdo con las circunstancias. Durante el fin de semana de Pascua, los primeros pacientes serán trasladados a hospitales cercanos a sus respectivos lugares de residencia", informó hoy Bertil Bouillon, director de la clínica de accidentes de Colonia-Merheim.
Tres personas aún se encuentran internadas en la clínica Dr. Nélio Mendonça de Funchal. Además del conductor, una mujer de Alemania que, según los médicos, todavía no está en condiciones de ser trasladada, y la guía turística.
La portuguesa, de 32 años, que se fracturó la pierna en el accidente, agradeció por Facebook las muestras de simpatía y de apoyo mostradas.
El Viernes Santo, supervivientes y sus familiares asistieron a una ceremonia religiosa en Funchal por invitación de una pastora de la iglesia evangélica de habla alemana, Ilse Everlien Berardo.
El presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, también asistió a la misa, que fue celebrada a puerta cerrada. "Portugal está de luto, Alemania está de luto, y la solidaridad viene de los corazones de ambas naciones, y no solo estas dos naciones", señaló la representante eclesiástica antes del funeral.
El medio basa su informe en un representante del sindicato del transporte de Madeira, que visitó al conductor de 55 años en el hospital de la capital de la isla, Funchal.
Las autoridades no revelaron por el momento ninguna información sobre las investigaciones en curso.
Según los medios portugueses, el conductor del autobús herido tiene mucha experiencia y es muy responsable. Inmediatamente después del accidente ocurrido el pasado miércoles por la noche, el hombre fue sometido a una prueba de alcoholemia que, según los informes oficiales, fue negativa.
Los supervivientes y testigos presenciales informaron que antes del accidente, el conductor intentó reducir la velocidad del autobús mientras circulaba por la carretera empinada y sinuosa chocando el vehículo contra una pared de hormigón al costado de la ruta con la intención de frenarlo. Pero el autobús se salió de la carretera en una curva, volcó y cayó por un terraplén sobre una casa.
Si bien las primeras informaciones daban cuenta de que las 29 fallecidos provenían de Alemania, aún no esta clara la identidad de las víctimas. Las autoridades portuguesas esperaban este fin de semana que Alemania enviara archivos con huellas dactilares y datos dentales para permitir la identificación final.
El secretario regional de Salud, Pedro Ramos, dijo este sábado que el traslado de los cadáveres tendrá lugar probablemente "en los próximos días", una vez que se haya completado la identificación.
En tanto, la mayoría de los turistas alemanes supervivientes del accidente en Madeira regresaron el sábado a casa a bordo de un avión especial de la fuerza aérea germana, que aterrizó en el aeropuerto de Colonia-Wahn.
El Airbus A310 MedEvac, que es la unidad aérea de cuidados intensivos del Ejército alemán, había despegado al mediodía del aeropuerto de Funchal, capital de la isla atlántica portuguesa, con 15 heridos a bordo.
"Los 15 pacientes están bien de acuerdo con las circunstancias. Durante el fin de semana de Pascua, los primeros pacientes serán trasladados a hospitales cercanos a sus respectivos lugares de residencia", informó hoy Bertil Bouillon, director de la clínica de accidentes de Colonia-Merheim.
Tres personas aún se encuentran internadas en la clínica Dr. Nélio Mendonça de Funchal. Además del conductor, una mujer de Alemania que, según los médicos, todavía no está en condiciones de ser trasladada, y la guía turística.
La portuguesa, de 32 años, que se fracturó la pierna en el accidente, agradeció por Facebook las muestras de simpatía y de apoyo mostradas.
El Viernes Santo, supervivientes y sus familiares asistieron a una ceremonia religiosa en Funchal por invitación de una pastora de la iglesia evangélica de habla alemana, Ilse Everlien Berardo.
El presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, también asistió a la misa, que fue celebrada a puerta cerrada. "Portugal está de luto, Alemania está de luto, y la solidaridad viene de los corazones de ambas naciones, y no solo estas dos naciones", señaló la representante eclesiástica antes del funeral.
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