Omar Al-Bashir de Sudán expulsado por militares

VOA - INGLÉS
El presidente de Sudán, Omar al-Bashir, fue derrocado por el ejército después de meses de manifestaciones contra su autocrático gobierno de 30 años.


En una declaración televisada a nivel nacional el jueves, el ministro de defensa de Sudán, Awad Mohamed Ahmed Ibn Auf, dijo que al-Bashir fue arrestado y se encuentra en un lugar seguro.

Dijo que los militares han proclamado el estado de emergencia y establecido un consejo para dirigir el gobierno por un período de dos años. También dijo que todos los gobiernos estatales y locales han sido disueltos.

Anteriormente, una fuente militar sudanesa dijo a VOA que al-Bashir, de 75 años, había sido puesto bajo arresto domiciliario. La fuente dijo que los líderes militares y políticos están sosteniendo conversaciones para formar un gobierno de transición.

Decenas de miles de personas acudieron a las calles de Jartum el jueves para celebrar el derrocamiento del presidente, bailando y cantando consignas en contra de Bashir.

El poderoso Servicio de Seguridad Nacional e Inteligencia de Sudán dijo que liberaría a todos los detenidos políticos en todo el país, según un informe en medios estatales. Los testigos, sin embargo, dicen que los manifestantes atacaron los edificios de inteligencia en dos ciudades del este, Port Sudan y Kasala, porque las liberaciones no se materializaron.

Las protestas comenzaron el 19 de diciembre, cuando los manifestantes acusaron al gobierno de al-Bashir de mala gestión económica, lo que provocó un alza en los precios de los alimentos y la escasez de combustible y divisas.

Al-Bashir, quien llegó al poder en un golpe islamista en 1989, impuso un estado de emergencia en todo el país el 22 de febrero en un intento por reprimir las protestas después de que fracasara una represión inicial. El gobierno dijo hace semanas que 31 personas habían sido asesinadas, pero el grupo Physicians for Human Rights estima que la cifra de muertos es de al menos 60.

La presión sobre al-Bashir aumentó esta semana cuando decenas de miles de manifestantes realizaron una sentada de cinco días fuera de la sede del ejército en Jartum. El martes, los soldados protegieron a la multitud de la policía antidisturbios, una señal de que el ejército no apoyó a al-Bashir.

Al-Bashir es buscado por la Corte Penal Internacional por cargos de crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y genocidio en relación con las atrocidades en la región occidental de Darfur.