Jefe de sindicato alemán exige "más realismo" en política energética

Haltern (Alemania), 7 abr (dpa) - El presidente de la Unión Alemana de Trabajadores de la Minería, la Química y la Energía, Michael Vassiliadis, exigió hoy "más realismo en la política climática y energética".


La reestructuración de la sociedad industrial es "probablemente la empresa más grande y más arriesgada desde la fundación de la República Federal", dijo Vassiliadis a la prensa en la localidad de Haltern, en el estado federado de Renania del Norte-Westfalia.

La industria está más amenazada con la pérdida de buenos empleos que el promedio de todos los demás sectores. Los políticos deberían decir toda la verdad a la población, enfatizó Vassiliadis.

Si este megaproyecto no funciona a la vez desde un punto de vista social, económico y ecológico puede dividir a la sociedad, advirtió el jefe del sindicato.

Según Vassiliadis, un precio general para las emisiones de dióxido de carbono podría desencadenar enormes procesos de redistribución social. Si eso ocurre, "es probable que los chalecos amarillos en Alemania se agoten pronto", dijo el dirigente sindical, aludiendo a las protestas en Francia contra la política de reforma del presidente Emmanuel Macron.

Vassiliadis criticó el proyecto de ley de protección del clima de la ministra germana de Medio Ambiente, Svenja Schulze.

La ministra socialdemócrata "formula objetivos de protección climática para Alemania aún más ambiciosos que los que se aplican en la Unión Europea". Pero por otra parte, no se mencionan las consecuencias para el empleo y la competitividad de Alemania, destacó.

El objetivo de la Ley de Protección del Clima es, en primer lugar, garantizar que se cumplan los acuerdos climáticos hasta el 2030.

Schulze quiere que se establezcan metas muy definidos para los ministerios responsables de la protección del clima, como en el caso de los Ministerios de Transporte y de Agricultura, a cargo de Andreas Scheuer y Julia Klöckner, respectivamente. Los partidos conservadores de la coalición de Gobierno, la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y su rama bávara, la Socialcristiana CSU se oponen a este proyecto.

Vassiliadis advirtió contra el deseo de alcanzar los objetivos climáticos de Alemania provocando que la producción intensiva de energía emigre al extranjero. El Gobierno Federal, por el contrario, debería promover mucho más la investigación y el desarrollo de tecnologías modernas.

"Con el argumento de que la economía lo arreglará todo hemos estado aislados internacionalmente durante mucho tiempo", destacó Vassiliadis.