El Dortmund da por perdida la Bundesliga

Por Heinz Büse y Holger Schmidt (dpa)
Dortmund (Alemania), 28 abr (dpa) - Tras la humillante derrota por 4-2 a manos del archirrival y vecino Schalke, el técnico del Borussia Dortmund, Lucien Favre, dejó de lado su característica cautela y habló claro: "El título está perdido", dijo y coronó de forma anticipada al puntero Bayern Múnich campeón del fútbol germano.


A falta de tres fechas del final del campeonato, el Dortmund sigue segundo, a un punto del Bayern, pero los bávaros pueden aumentar hoy a cuatro la diferencia en su visita al Núremberg y dar otro paso hacia el séptimo título de Liga consecutivo.

El memorable partido con cuatro goles del Schalke, un penal polémico y dos tarjetas rojas fue uno de los peores en la carrera del entrenador suizo: "Nunca había experimentado esto antes. Sobre todo, de la forma en que ocurrió. Es muy difícil de digerir".

El inesperado revés contra el Schalke, que está no lejos de la zona de descenso, resultó un duro golpe no solamente para el técnico. El hecho de que la derrota en este derbi tan importante haya significado el fin de las aspiraciones al título es algo que no olvidarán tan rápido en Dortmund.

"Las derrotas de derbi son siempre muy amargas, hoy un poco más. Eso duele mucho, mucho", dijo el dirigente Sebastian Kehl.

Los goles de Daniel Caligiuri (18', penal por mano, y 62'), Salif Sané (28'.) y Breel Embolo (86') y las expulsiones de Marco Reus (60') y Marius Wolf (65') echaron por tierra las ilusiones del Dortmund.

Cuando el partido iba 2-1, el internacional germano y el lateral perdieron los nervios. Sus faltas en el lapso de cinco minutos sellaron la primera derrota local del Dortmund en esta campaña.

Por primera vez en la historia de la Bundesliga, dos jugadores del Dortmund vieron la tarjeta roja. "Con once hubiéramos ganado el partido. O por lo menos hubiésemos empatado", comentó el portero Roman Bürki.

Además, Reus y Wolf faltarán por lo menos en el complicado duelo del sábado próximo en campo del Werder Bremen y por otro partido más. El capitán Reus se mostró arrepentido: "No hace falta discutir, fue una tarjeta roja".

Favre casi no habló de las expulsiones, pero sí se mostró indignado sobre el penal por juego de mano. "Es el mayor escándalo del fútbol en años, es una vergüenza. El fútbol se pone en ridículo", sostuvo sobre la decisión del árbitro Felix Zwayer de cobrar penal por una mano involuntaria de Julian Weigl con ayuda del videoasistente.

El Dortmund venía ganando entonces por 1-0 con gol de Mario Götze en el minuto 14 y el empate por penal generó caos en las filas de los anfitriones.

"La gente que inventó esta regla ya no puede mirarse en el espejo. No tienen ni idea de lo que es el fútbol. Basta con que te disparen al brazo y te castiguen. Necesitas los brazos para mantener el equilibrio", se lamentó el entrenador.

Zwayer se defendió: "Las grabaciones demostraron claramente que, según la interpretación internacional y nacional actual, se trataba de un juego de mano punible".

Sin embargo, el referí no quiso emitir juicios sobre la regla: "Esa no es una pregunta que se me debería hacer a mí. Si los expertos en fútbol no están de acuerdo con esta regla, es su derecho. Pero los árbitros somos los últimos en la cola. Aplicamos las reglas".

El Schalke, por su parte, festejó el inesperado resultado como si hubiese ganado el campeonato. Los jugadores posaron para una foto frente a la jubilosa hinchada y el presidente de la junta directiva del club, Clemens Tönnies, besó en la frente al técnico Huub Stevens.

El entrenador holandés se mostró más que satisfecho pese a que el plantel sigue a seis puntos del puesto de promoción. "Se puede estar satisfecho en Schalke cuando se gana por 4-2 en Dortmund".