Deutsche Bank y Commerzbank abandonan planes de fusión

Por Jörn Bender (dpa)
Fráncfort, 25 abr (dpa) - El Deutsche Bank y el Commerzbank abandonaron los planes de fusionarse, anunciaron hoy los dos bancos, frustando así las esperanzas de crear en Alemania una entidad con la fortaleza necesaria para enfrentar la competencia en Europa y Estados Unidos.


Los dos bancos comunicaron que habían determinado "después de un análisis cuidadoso" que una fusión "no habría creado suficientes beneficios para compensar los riesgos adicionales de ejecución, los costes de reestructuración y los requisitos de capital asociados a una integración de tal envergadura".

Las dos mayores entidades bancarias comerciales de Alemania informaron el 17 de marzo que habían iniciado conversaciones para una posible fusión.

A pesar del fracaso, el Deutsche Bank indicó que "continuaría revisando todas las alternativas para mejorar la rentabilidad a largo plazo y la rentabilidad de los accionistas".

Ambos bancos han luchado por recuperar la rentabilidad desde la crisis financiera mundial de 2008. Algunos políticos alemanes esperaban que surgiera un "campeón nacional" que se enfrentara a una competencia cada vez más fuerte de Estados Unidos, de Europa y de bancos más pequeños, incluso dentro de Alemania.

"Las empresas alemanas que operan a nivel mundial necesitan instituciones financieras competitivas que puedan acompañarlas en cualquier parte del mundo", dijo en un comunicado el ministro alemán de Finanzas, Olaf Scholz, quien ha subrayado repetidamente en los últimos meses la necesidad de contar con un sector bancario alemán fuerte.

El Gobierno alemán sigue siendo el mayor accionista individual de Commerzbank, con una participación del 15 por ciento, resultado de un rescate tras la crisis financiera de 2008.

El éxito de las conversaciones sobre la fusión nunca estuvo garantizado. El presidente ejecutivo del Deutsche Bank, Christian Sewing, había advertido en una carta a los empleados que existían muchas "razones económicas y técnicas" para que no prosperase la fusión.

Scholz también reconoció hoy que una cooperación más estrecha sólo valía la pena si tenía "sentido desde el punto de vista económico" y si conducía "a un modelo de negocio fiable".

Los sectores más críticos a los planes de fusión, entre los que se encontraban los empleados de los dos bancos, temían que trajesen aparejados importantes recortes de personal y el cierre de sucursales. El sindicato de servicios Verdi advirtió que podrían estar en juego 30.000 puestos de trabajo.

Algunos inversores también cuestionaron si una fusión resolvería realmente los problemas de rentabilidad a largo plazo a los que se han enfrentado los dos bancos en los últimos años.

El Deutsche Bank, sacudido por una serie de costosos escándalos legales desde la crisis financiera, obtuvo en 2018 los primeros beneficios en tres años, pero ha visto cómo la cotización de sus acciones seguía rondando mínimos históricos.

El Commerzbank fue excluido el año pasado del principal índice bursátil DAX y admitió en su último informe financiero que aún no había alcanzado sus objetivos de reducción de costes.

El Banco Central de Alemania, el Bundesbank, instó hoy a ambos bancos a seguir adelante con sus propios planes de reestructuración a pesar del fracaso de las negociaciones de fusión.

"Esperamos que ambos bancos continúen con determinación sus esfuerzos de reestructuración, que están mostrando signos positivos iniciales", dijo en un comunicado Joachim Würmeling, miembro de la junta directiva del Bundesbank responsable de la supervisión financiera.

Würmeling enfatizó que ambos bancos se encuentran actualmente en condiciones sólidas y estables. "Ese era el caso antes y durante las conversaciones y sigue siendo inequívocamente el caso ahora".

Las acciones de Deutsche Bank subieron ligeramente tras el anuncio del fracaso de las conversaciones, mientras que las acciones del Commerzbank cayeron en horas de la mañana.