EE.UU. advierte a las empresas alemanas de posibles sanciones sobre el gasoducto de Rusia
VOA - INGLÉS
El embajador de Estados Unidos en Alemania advirtió a las compañías involucradas en la construcción del gasoducto Nord Stream 2, liderado por Rusia, que podrían enfrentar sanciones si se apegan al proyecto, dijo el domingo un alto funcionario de Estados Unidos.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, acusó a Alemania de estar "cautivo" de Moscú debido a su dependencia de la energía rusa y lo instó a detener el trabajo en el gasoducto de $ 11 mil millones.
El gasoducto, que transportaría gas directamente a Alemania bajo el mar Báltico, también es crítico para otros países europeos, ya que privaría a Ucrania de las lucrativas tarifas de tránsito de gas que podrían hacer a Kiev más vulnerable en el futuro.
El embajador de Estados Unidos, Richard Grenell, abordó el tema en una carta enviada a varias compañías, dijo la Embajada de los Estados Unidos.
"La carta recuerda que cualquier empresa que opere en el sector ruso de ductos de exportación de energía está en peligro bajo las sanciones estadounidenses de CAATSA", dijo el portavoz de la embajada, agregando que otros estados europeos también se opusieron al oleoducto planeado.
Alemania y otros aliados europeos acusan a Washington de utilizar su Ley de contrarrestación de los adversarios de Estados Unidos a través de las sanciones (CAATSA, por sus siglas en inglés) para inmiscuirse en sus políticas exteriores y energéticas debido a su efecto extraterritorial.
El gigante ruso del gas, Gazprom, está implementando el proyecto en conjunto con sus socios occidentales: Uniper, Wintershall, Engie, OMV de Austria y el grupo angloholandés Shell.
La carta alzó las cejas dentro del gobierno alemán. Un diplomático alemán dijo que el enfoque del embajador no correspondía a la práctica diplomática común y que Berlín abordaría el tema en conversaciones directas con funcionarios en Washington. Un portavoz de Uniper declinó hacer comentarios, mientras que Wintershall no tuvo una reacción inmediata.
Alemania y Rusia han estado en desacuerdo desde que Moscú se anexó a Crimea desde Ucrania en 2014. Pero tienen un interés común en el proyecto Nord Stream 2, que se espera que duplique la capacidad de la ruta existente Nord Stream 1.
El periódico alemán Bild am Sonntag, que fue el primero en informar sobre la carta, dijo que Grenell estaba intentando chantajear a las empresas alemanas con la carta.
La Embajada de los Estados Unidos negó esto.
"Lo único que podría considerarse un chantaje en esta situación sería que el Kremlin se apalancara sobre los futuros suministros de gas", dijo el portavoz de la embajada.
La carta fue coordinada en Washington por varias agencias del gobierno de los Estados Unidos y "no pretende ser una amenaza sino un mensaje claro de la política de los Estados Unidos", agregó el portavoz.
El ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Heiko Maas, dijo el jueves que cualquier sanción de los Estados Unidos contra Nord Stream 2 sería la manera incorrecta de resolver la disputa y que las cuestiones de la política energética europea deberían decidirse en Europa, no en Estados Unidos.
El embajador de Estados Unidos en Alemania advirtió a las compañías involucradas en la construcción del gasoducto Nord Stream 2, liderado por Rusia, que podrían enfrentar sanciones si se apegan al proyecto, dijo el domingo un alto funcionario de Estados Unidos.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, acusó a Alemania de estar "cautivo" de Moscú debido a su dependencia de la energía rusa y lo instó a detener el trabajo en el gasoducto de $ 11 mil millones.
El gasoducto, que transportaría gas directamente a Alemania bajo el mar Báltico, también es crítico para otros países europeos, ya que privaría a Ucrania de las lucrativas tarifas de tránsito de gas que podrían hacer a Kiev más vulnerable en el futuro.
El embajador de Estados Unidos, Richard Grenell, abordó el tema en una carta enviada a varias compañías, dijo la Embajada de los Estados Unidos.
"La carta recuerda que cualquier empresa que opere en el sector ruso de ductos de exportación de energía está en peligro bajo las sanciones estadounidenses de CAATSA", dijo el portavoz de la embajada, agregando que otros estados europeos también se opusieron al oleoducto planeado.
Alemania y otros aliados europeos acusan a Washington de utilizar su Ley de contrarrestación de los adversarios de Estados Unidos a través de las sanciones (CAATSA, por sus siglas en inglés) para inmiscuirse en sus políticas exteriores y energéticas debido a su efecto extraterritorial.
El gigante ruso del gas, Gazprom, está implementando el proyecto en conjunto con sus socios occidentales: Uniper, Wintershall, Engie, OMV de Austria y el grupo angloholandés Shell.
La carta alzó las cejas dentro del gobierno alemán. Un diplomático alemán dijo que el enfoque del embajador no correspondía a la práctica diplomática común y que Berlín abordaría el tema en conversaciones directas con funcionarios en Washington. Un portavoz de Uniper declinó hacer comentarios, mientras que Wintershall no tuvo una reacción inmediata.
Alemania y Rusia han estado en desacuerdo desde que Moscú se anexó a Crimea desde Ucrania en 2014. Pero tienen un interés común en el proyecto Nord Stream 2, que se espera que duplique la capacidad de la ruta existente Nord Stream 1.
El periódico alemán Bild am Sonntag, que fue el primero en informar sobre la carta, dijo que Grenell estaba intentando chantajear a las empresas alemanas con la carta.
La Embajada de los Estados Unidos negó esto.
"Lo único que podría considerarse un chantaje en esta situación sería que el Kremlin se apalancara sobre los futuros suministros de gas", dijo el portavoz de la embajada.
La carta fue coordinada en Washington por varias agencias del gobierno de los Estados Unidos y "no pretende ser una amenaza sino un mensaje claro de la política de los Estados Unidos", agregó el portavoz.
El ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Heiko Maas, dijo el jueves que cualquier sanción de los Estados Unidos contra Nord Stream 2 sería la manera incorrecta de resolver la disputa y que las cuestiones de la política energética europea deberían decidirse en Europa, no en Estados Unidos.
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