Inflación y conflictos comerciales lastran clima de consumo alemán
Núremberg (Alemania), 28 nov (dpa) - El elevado precio de la gasolina, el aumento de la inflación y el miedo a la guerra comercial con Estados Unidos han provocado que se extienda el pesimismo entre los consumidores alemanes, según cifras publicadas hoy.
Riesgos internacionales como el conflicto comercial de Estados Unidos con China y la Unión Europea (UE), la inminente retirada de Reino Unido de la UE y también las discusiones sobre el presupuesto estatal italiano pasan factura a los consumidores alemanes, declaró la empresa de investigación de mercado GfK, de Núremberg. "Ven las primeras nubes oscuras en el cielo de la coyuntura económica", indicaron.
Asimismo, el experto del GfK Rolf Bürkl destacó que a esto se suma que recientemente la gente ha tenido menos dinero en sus billeteras debido al aumento de los precios de la energía y los alimentos. La gasolina y la calefacción fueron notablemente más caras durante semanas y provocaron un aumento de la inflación en Alemania, recordó.
La inflación fue en octubre del 2,5 por ciento en comparación con el año anterior, la más alta en más de diez años. La tasa de inflación en septiembre de 2008, el año de la crisis financiera y económica mundial, fue del 2,8 por ciento.
"Esto merma el poder adquisitivo de los consumidores. Si hay que destinar más dinero para pagar estas cosas, no hay dinero para otras compras", explicó.
De esta manera, en su tradicional estudio mensual sobre el clima de consumo, la GfK pronosticó un descenso de 0,2 puntos hasta los 10,4 puntos en diciembre. En octubre y noviembre, el índice se mantuvo en los 10,6 puntos.
Según este estudio, los alemanes se han vuelto sobre todo más pesimistas en relación con sus expectativas sobre el desarrollo económico, pues la cifra correspondiente cayó por segunda vez consecutiva. Las expectativas de ingresos propios también disminuyeron, mientras que la propensión a ahorrar aumentó. Los alemanes prefieren ahorrar más dinero para los malos tiempos.
El estudio del clima de los consumidores se basa en unas 2.000 entrevistas mensuales con ciudadanos encargadas por la UE. El clima de consumo no sólo se refiere al gasto en comercio minorista, sino que también incluye los alquileres, los viajes y los gastos en sanidad.
Riesgos internacionales como el conflicto comercial de Estados Unidos con China y la Unión Europea (UE), la inminente retirada de Reino Unido de la UE y también las discusiones sobre el presupuesto estatal italiano pasan factura a los consumidores alemanes, declaró la empresa de investigación de mercado GfK, de Núremberg. "Ven las primeras nubes oscuras en el cielo de la coyuntura económica", indicaron.
Asimismo, el experto del GfK Rolf Bürkl destacó que a esto se suma que recientemente la gente ha tenido menos dinero en sus billeteras debido al aumento de los precios de la energía y los alimentos. La gasolina y la calefacción fueron notablemente más caras durante semanas y provocaron un aumento de la inflación en Alemania, recordó.
La inflación fue en octubre del 2,5 por ciento en comparación con el año anterior, la más alta en más de diez años. La tasa de inflación en septiembre de 2008, el año de la crisis financiera y económica mundial, fue del 2,8 por ciento.
"Esto merma el poder adquisitivo de los consumidores. Si hay que destinar más dinero para pagar estas cosas, no hay dinero para otras compras", explicó.
De esta manera, en su tradicional estudio mensual sobre el clima de consumo, la GfK pronosticó un descenso de 0,2 puntos hasta los 10,4 puntos en diciembre. En octubre y noviembre, el índice se mantuvo en los 10,6 puntos.
Según este estudio, los alemanes se han vuelto sobre todo más pesimistas en relación con sus expectativas sobre el desarrollo económico, pues la cifra correspondiente cayó por segunda vez consecutiva. Las expectativas de ingresos propios también disminuyeron, mientras que la propensión a ahorrar aumentó. Los alemanes prefieren ahorrar más dinero para los malos tiempos.
El estudio del clima de los consumidores se basa en unas 2.000 entrevistas mensuales con ciudadanos encargadas por la UE. El clima de consumo no sólo se refiere al gasto en comercio minorista, sino que también incluye los alquileres, los viajes y los gastos en sanidad.
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