Ex guardia alemán de las SS: "El Ejército nazi era todo menos grande"

Por Carsten Linnhoff (dpa)
Münster (Alemania), 14 nov (dpa) - Un ex guardia alemán de las temidas SS de Adolf Hitler de 94 años afirmó el martes que actuó por miedo a los nazis, según el testimonio leído por su abogado en el juicio en el que se le acusa de complicidad en el asesinato de cientos de prisioneros de un campo de concentración nazi.


El acusado no negó las atrocidades cometidas en el campo de Stutthof, erigido por la Alemania nazi en Polonia, cerca de Gdansk. Según su testimonio, fue consciente de las terribles condiciones de muchos prisioneros.

Sin embargo, aseguró que no se enteró de los asesinatos sistemáticos en masa en la cámara de gas. "No sabía de la existencia de cámaras de gas", declaró el hombre que entonces tenía 18 años. "De acuerdo con la denuncia, la cámara de gas no entró en funcionamiento hasta el verano de 1944. Espero que esto no ocurriera hasta después de que me marchara en agosto", apuntó el anciano que durante su su declaración no se disculpó ante las víctimas o los supervivientes.

El hombre de Borken, en Renania del Norte-Westfalia, cerca de la frontera con Holanda, está acusado por la Fiscalía de haber contribuido a cientos de asesinatos al desempeñar su trabajo entre 1942 y 1944 como miembro de la vigilancia en el campo de Stutthof.

Según su relato, el alemán nacido en Rumanía fue clasificado en primer lugar como no apto para el frente por ser considerado seguramente demasiado pequeño y débil. Fue entonces cuando recibió la orden de servir con los guardias de las temidas fuerzas policiales nazis. No fue algo voluntario, recordó.

"Estaba muy asustado. Fue una gran conmoción ver cómo los alemanes trataban a los prisioneros", afirmó el acusado, que creció en condiciones pobres y como hijo de un jornalero muy religioso, según informó al tribunal.

En el campo de Stutthof (Sztutowo, en polaco) tuvo entonces ciertos privilegios con sus superiores, según explicó, debido a su apariencia juvenil. "Tenía una relación especial con el comandante de la compañía. Supongo que porque perdió a su propio hijo en esa época", recordó.

El de Stutthof fue el primer campo de concentración que el régimen de Adolf Hitler levantó fuera de Alemania. De acuerdo con la oficina central de Ludwigsburg, encargada de la investigación de los crímenes nazis, 65.000 personas murieron en Stutthof y en los campos adyacentes, así como en las llamadas marchas de la muerte al final de la guerra.

"Cuando fui trasladado de mi patria a mi puesto, pronto me di cuenta de que el Ejército nazi era todo menos grande. La imagen que se intentó transmitirnos era falsa. Fue difícil para mí, como cristiano, ser parte de esto. Pero tenía demasiado miedo de rebelarme", confesó.

Hoy se avergüenza de haber aceptado todo, indicó. "Pero no puedo decir con seguridad si, desde el punto de vista de hoy, habría tenido el valor en ese momento para actuar de manera diferente", reconoció el anciano, que actualmente está sentado en una silla de ruedas y que durante el juicio se tuvo que secar las lágrimas de la cara varias veces.

El acusado comentó que cuando le dieron la misión, se sentía mal formado y tenía miedo de su despliegue en Stutthof. Al principio pensó que el lugar era un campo de prisioneros para intelectuales polacos. "Según recuerdo, al principio no había prisioneros judíos".

Hacia el final de la guerra, cuando el campo de concentración fue liberado por el Ejército Rojo, ya no estaba allí. Lo habían mandado al frente a pesar de haber sido declarado anteriormente no apto. "Al final tuve mucha suerte y sobreviví. Estoy agradecido por ello".

A pesar de lo que él tuvo que soportar, es consciente de que eso es nada comparado con el "indecible sufrimiento de los prisioneros del campo". "Los prisioneros estaban en una condición terrible. Me avergonzaba. Compasión sería la palabra equivocada. Me resulta muy difícil encontrar las palabras adecuadas. No éramos indiferentes a la suerte de los prisioneros. Tuve muchos problemas para lidiar con ello", afirmó.

Tenía claro cómo trataban a las personas los nazis, por lo que quería evitar que se le considerara un enemigo del Estado. "No soy nazi, nunca lo fui y nunca lo seré en el poco tiempo que quizá me queda de vida", agregó.

El proceso se lleva a cabo en un juzgado de menores de la ciudad de Münster, en el oeste alemán, porque en el momento en el que se produjeron los hechos el imputado tenía 18 años y era, según las leyes de entonces, menor de edad.

Teniendo en cuenta el estado de salud del inculpado y su edad, la Justicia alemana ha fijado una duración máxima de cada vista de dos horas y ha dispuesto que el anciano tenga días de descanso entre las 13 sesiones fijadas hasta mediados de enero.

Las SS (abreviatura en alemán de Schutzstaffel, escuadra de defensa) era un cuerpo militar y policial al servicio del dictador Adolf Hitler y al Partido Nacionalsocialista. Había varios tipos de SS, entre ellas la encargada de los campos de concentración y exterminio.