Enfermero alemán se disculpa por asesinato de centenar de pacientes

Oldemburgo (Alemania), 22 nov (dpa) - El ex enfermero Niels Högel, acusado de matar a 100 pacientes y considerado uno de los mayores asesinos en serie de Alemania desde la posguerra, pidió hoy disculpas a los familiares de sus víctimas, en el juicio abierto contra él en Oldemburgo, en el norte de Alemania.


"Si hubiera alguna manera de ayudarles, entonces lo haría, créanme", dijo el hombre de 41 años ante el tribunal. "Mientras tanto, estoy sentado aquí convencido de que puedo dar una respuesta a cada pariente. Lo siento mucho", declaró.

La Fiscalía acusa a Högel de suministrar medicamentos a cien pacientes, el más joven de ellos de 34 años y el mayor 96 años, primero en un hospital de Oldemburgo y después en uno de Delmenhorst, en Baja Sajonia, desde el año 2000 hasta 2005, para desencadenar fallos cardíacos o un colapso circulatorio. A continuación los reanimaba.

Sin embargo, esto no siempre funcionaba. Según la Fiscalía lo hizo para demostrar sus habilidades de reanimación ante sus colegas y para combatir su aburrimiento. "Fue una pose para infundir respeto", confesó el propio Högel, en el inicio del juicio hace algo más de tres semanas, al mismo tiempo que agregó que disfrutaba de elogios y reconocimiento cuando lograba devolver la vida a los pacientes.

Högel fue descubierto en 2005 por una enfermera en Delmenhorst cuando quiso darle un medicamento no prescrito a un paciente. Sin embargo, las familias de las víctimas tuvieron que esperar mucho tiempo para poder asistir a un juicio. Fueron necesarios años para que saliera a la luz la magnitud de la supuesta serie de asesinatos.

En 2015, fue declarado culpable y condenado a cadena perpetua por la Justicia alemana por doble asesinato, dos intentos de asesinato y dos casos de lesiones graves a pacientes ingresados en la unidad de cuidados intensivos en el hospital de la ciudad de Delmenhorst, próxima a Bremen.

Durante el proceso Högel admitió entonces que eran muchos más de los que se le imputaban, lo que abrió una investigación y proceso posterior.

Durante casi tres años se exhumaron cuerpos en busca de rastros de posibles compuestos inyectados por Högel. El informe final indicó que se le puede atribuir la muerte de 62 personas en Delmenhorst y otros 38 casos en Oldemburgo, aunque el número podría ser superior, ya que algunos de sus pacientes fueron incinerados.