Cae economía alemana en tercer trimestre por primera vez desde 2015
Wiesbaden (Alemania), 14 nov (dpa) - La economía alemana se contrajo en el tercer trimestre por primera vez en tres años y medio debido a los conflictos comerciales internacionales y a los problemas en la industria automotriz, según cifras publicadas hoy.
El producto interior bruto (PIB) cayó un 0,2 por ciento en el tercer trimestre en comparación con el trimestre anterior a causa del debilitamiento de las exportaciones y a la caída del gasto de los consumidores, indicó la Oficina Federal de Estadística en una primera estimación.
Se trata del primer descenso intertrimestral que registra Alemania desde el primer trimestre de 2015. En ese momento, el PIB cayó un 0,1 por ciento. A pesar de la debilidad del tercer trimestre, los economistas esperan que Alemania continúe con su auge.
Las exportaciones frenaron el crecimiento. Según cálculos preliminares, hubo menos exportaciones en el tercer trimestre de 2018, pero más importaciones que en el segundo trimestre del año. Alemania, una nación exportadora, está sufriendo cada vez más los conflictos comerciales alimentados principalmente por Estados Unidos.
Según los economistas, estas cifras son consecuencia también de las dificultades en la industria automotriz debido a las nuevas pruebas de emisiones para los tubos de escape. Como no todos los modelos de automóviles fueron aprobados a tiempo, los fabricantes tuvieron que frenar la producción. "La pérdida temporal de producción asociada a esto dejó profundas huellas en la producción industrial", explicaron los economistas del Bundesbank en su último informe mensual.
El consumo privado dejó de ser el impulsor de la economía. En el pasado, la buena situación histórica del mercado laboral y los aumentos salariales habían creado un buen clima de compra entre los consumidores de la mayor economía de Europa y habían impulsado la economía.
Por su parte, el gasto de consumo del Gobierno, que incluye las prestaciones sociales y los salarios de los empleados, aumentó ligeramente según los datos, y las empresas invirtieron un poco más en equipos, edificios y otras instalaciones que en el segundo trimestre.
Desde el punto de vista de los economistas, es probable que el crecimiento económico pierda fuerza. Los expertos, las organizaciones internacionales, así como el Gobierno alemán han rebajado recientemente sus previsiones económicas.
Por ejemplo, el grupo de asesores del Ejecutivo de Angela Merkel conocidos como el grupo de los "cino sabios" esperan que el PIB crezca un 1,6 por ciento este año y un 1,5 por ciento en 2019. Mientras, el Gobierno es algo más optimista y prevé un aumento del 1,8 por ciento en cada caso. El año pasado, la economía alemana siguió creciendo con fuerza en un 2,2 por ciento.
El producto interior bruto (PIB) cayó un 0,2 por ciento en el tercer trimestre en comparación con el trimestre anterior a causa del debilitamiento de las exportaciones y a la caída del gasto de los consumidores, indicó la Oficina Federal de Estadística en una primera estimación.
Se trata del primer descenso intertrimestral que registra Alemania desde el primer trimestre de 2015. En ese momento, el PIB cayó un 0,1 por ciento. A pesar de la debilidad del tercer trimestre, los economistas esperan que Alemania continúe con su auge.
Las exportaciones frenaron el crecimiento. Según cálculos preliminares, hubo menos exportaciones en el tercer trimestre de 2018, pero más importaciones que en el segundo trimestre del año. Alemania, una nación exportadora, está sufriendo cada vez más los conflictos comerciales alimentados principalmente por Estados Unidos.
Según los economistas, estas cifras son consecuencia también de las dificultades en la industria automotriz debido a las nuevas pruebas de emisiones para los tubos de escape. Como no todos los modelos de automóviles fueron aprobados a tiempo, los fabricantes tuvieron que frenar la producción. "La pérdida temporal de producción asociada a esto dejó profundas huellas en la producción industrial", explicaron los economistas del Bundesbank en su último informe mensual.
El consumo privado dejó de ser el impulsor de la economía. En el pasado, la buena situación histórica del mercado laboral y los aumentos salariales habían creado un buen clima de compra entre los consumidores de la mayor economía de Europa y habían impulsado la economía.
Por su parte, el gasto de consumo del Gobierno, que incluye las prestaciones sociales y los salarios de los empleados, aumentó ligeramente según los datos, y las empresas invirtieron un poco más en equipos, edificios y otras instalaciones que en el segundo trimestre.
Desde el punto de vista de los economistas, es probable que el crecimiento económico pierda fuerza. Los expertos, las organizaciones internacionales, así como el Gobierno alemán han rebajado recientemente sus previsiones económicas.
Por ejemplo, el grupo de asesores del Ejecutivo de Angela Merkel conocidos como el grupo de los "cino sabios" esperan que el PIB crezca un 1,6 por ciento este año y un 1,5 por ciento en 2019. Mientras, el Gobierno es algo más optimista y prevé un aumento del 1,8 por ciento en cada caso. El año pasado, la economía alemana siguió creciendo con fuerza en un 2,2 por ciento.
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