Policías convertidos en DJs en Oktoberfest: "Quien baila no se pelea"
Múnich, 3 oct (dpa) - Los agentes de Policía desplegados en la Oktoberfest de Múnich, la mayor fiesta de la cerveza del mundo, no solo velan por la seguridad y el orden sino que han decidido contribuir de forma activa a generar buen ambiente entre los asistentes convirtiéndose en DJs.
Desde los altavoces de su furgón, los agentes deleitan con éxitos musicales a todos aquellos que abandonan el recinto donde se celebra la Oktoberfest para emprender su camino de regreso a casa. En su primera "actuación" de este año, los policías lograron congregar a unas ochenta personas en torno a una improvisada pista de baile.
"Es genial que la Policía esté haciendo esto", comentaba uno de los asistentes a la fiesta popular que se celebra en la capital bávara.
Sin embargo, la intención de las fuerzas de seguridad no es hacer competencia al tradicional "Wiesn" donde se celebra la Oktoberfest, sino garantizar una vuelta pacífica a casa. "La gente que baila no se pelea", destaca el oficial de Policía Heiko Müller, enviado desde Bonn a Múnich para cumplir con la original misión.
La idea de convertir a los agentes de policía en DJs no es nueva en Alemania, sino que se remonta al año 2006, cuando el país fue sede de la Copa Mundial de Fútbol. Entonces, y pese a las reservas iniciales, se decidió poner en marcha la iniciativa y tras comprobarse los buenos resultados la dirección de la Policía acabó adquiriendo seis "furgones musicales" que se utilizan en todo el país.
Para garantizar que la música cumpla con su cometido, los agentes se preparan a conciencia con anterioridad. "Los compañeros miran las listas de éxitos para ver qué es lo que más se escucha y ver qué podemos poner", confiesa Petra Wiedmann, portavoz de la Policía de Múnich.
Se estima que hasta el 7 de octubre pasarán por la edición número 185 de la Oktoberfest unos seis millones de visitantes de todo el planeta que consumirán unos siete millones de litros de cerveza y toneladas de salchichas y otras comidas típicas.
Desde los altavoces de su furgón, los agentes deleitan con éxitos musicales a todos aquellos que abandonan el recinto donde se celebra la Oktoberfest para emprender su camino de regreso a casa. En su primera "actuación" de este año, los policías lograron congregar a unas ochenta personas en torno a una improvisada pista de baile.
"Es genial que la Policía esté haciendo esto", comentaba uno de los asistentes a la fiesta popular que se celebra en la capital bávara.
Sin embargo, la intención de las fuerzas de seguridad no es hacer competencia al tradicional "Wiesn" donde se celebra la Oktoberfest, sino garantizar una vuelta pacífica a casa. "La gente que baila no se pelea", destaca el oficial de Policía Heiko Müller, enviado desde Bonn a Múnich para cumplir con la original misión.
La idea de convertir a los agentes de policía en DJs no es nueva en Alemania, sino que se remonta al año 2006, cuando el país fue sede de la Copa Mundial de Fútbol. Entonces, y pese a las reservas iniciales, se decidió poner en marcha la iniciativa y tras comprobarse los buenos resultados la dirección de la Policía acabó adquiriendo seis "furgones musicales" que se utilizan en todo el país.
Para garantizar que la música cumpla con su cometido, los agentes se preparan a conciencia con anterioridad. "Los compañeros miran las listas de éxitos para ver qué es lo que más se escucha y ver qué podemos poner", confiesa Petra Wiedmann, portavoz de la Policía de Múnich.
Se estima que hasta el 7 de octubre pasarán por la edición número 185 de la Oktoberfest unos seis millones de visitantes de todo el planeta que consumirán unos siete millones de litros de cerveza y toneladas de salchichas y otras comidas típicas.
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