Los bávaros acuden a votar en unas elecciones claves para Merkel

Múnich, 14 oct (dpa) - Las elecciones regionales en la próspera Baviera, en el sur de Alemania, comenzaron hoy en medio de una gran expectación por el efecto que puedan tener en el Gobierno alemán si, como auguran las encuestas, el socio local de la canciller Angela Merkel pierde su hegemonía.

Desde las 08:00 de la mañana, cuando abrieron los colegios electorales, muchos de los cerca de 9,5 millones de ciudadanos con derecho a voto se acercaron ya a depositar su voto en las urnas habilitadas. Entre los electores hay 600.000 nuevos votantes.

De acuerdo con los datos oficiales, a las 10:00 horas se había registrado ya un 35 por ciento de participación En Múnich, incluyendo el voto por correo. En las elecciones de 2013, la participación a esa hora fue de un 33,3 por ciento. En Núremberg la participación electoral, incluyendo a los votantes por correo, era del 10,9 por ciento a las 10:00 (2013: 8,6 por ciento). En muchos lugares se ha informado de un mayor uso del voto por correo.

El primer ministro bávaro, Markus Söder, de la Unión Cristianosocial (CSU), también ha depositado ya su voto ante unas dos docenas de cámaras en Núremberg. "La elección es un derecho importante", dijo Söder, quien estuvo acompañado por su esposa Karin. Se trata de tener un Baviera estable, indicó el político, que comentó que saldrá ahora a darse un paseo antes de acudir a Múnich por la tarde.

Casi una sexta parte de la población alemana vive en este estado sede de gigantes como BMW, Siemens, Adidas y Allianz, con la tasa de desempleo más baja del país (2,9 por ciento), y donde sus habitantes tienen el mayor poder adquisitivo del país junto con la ciudad-estado de Hamburgo.

El primer resultado de los sondeos a boca de urna para el futuro Parlamento regional se espera inmediatamente después del cierre de los colegios electorales a las 18:00 horas (16:00 GMT). El resultado final oficial preliminar se espera entre las 23:00 y las 02:00 horas.

La CSU, partido hermano de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel y consecuentemente miembro del Gobierno de coalición alemán con los socialdemócratas, lleva siendo el encargado de designar al primer ministro de Baviera desde 1957. El acuerdo con la CDU impide que el partido de la canciller alemana pueda concurrir en Baviera.

En las elecciones de 2008 la CSU perdió la mayoría absoluta por primera vez en décadas, pero la recuperó sólo cinco años después. De acuerdo con las encuestas más recientes, ahora obtendría alrededor del 33 por ciento, con lo que perdería su mayoría absoluta. Mientras, Los Verdes se alzarían como la segunda fuerza del estado con un 19 por ciento de los votos y el partido populista de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) lograría entrar en su décimo quinto parlamento regional con un diez por ciento de los votos.

Las elecciones llegan en un momento de gran inestabilidad a nivel nacional precisamente por la CSU: debido a la actitud desafiante de su líder y ministro de Interior, Horst Seehofer, frente a Merkel, el partido se convirtió en el principal quebradero de cabeza de la canciller sobre todo en política migratoria, después de lograr formar Gobierno el pasado marzo tras arduas negociaciones.

Los comicios bávaros pueden golpear ahora el frágil equilibrio de Merkel y precipitar su caída en un momento en el que su liderazgo empieza a hacer aguas. Un cambio en la presidencia de la CSU debido a los malos resultados electorales podría proporcionar una excusa más al SPD para poner fin a la coalición que tiene con los conservadores haciendo uso de la cláusula de revisión a los dos años. Por si esto no fuera suficiente, en dos semanas se celebran las elecciones en Hesse, donde se augura también una pérdida de votos de la CDU.