Los 100 días de Kovac en un Bayern en crisis

Por Klaus Bergmann, Christian Kunz y Manuel Schwarz (dpa)
Múnich, 8 oct (dpa) - Todo iba a pedir de boca para el croata Niko Kovac hasta el día 85 al mando del Bayern Múnich. Pero las cosas han cambiado y el todopoderoso equipo alemán atraviesa una crisis con desenlace incierto.

Kovac cumple mañana cien días como entrenador del Bayern y los próximos se avizoran difíciles. Los bávaros sufrieron el sábado ante el Borussia Mönchengladbach una humillante derrota por 3-0, que dolió especialmente por ser en casa y por coincidir con la tradicional Fiesta de la Cerveza.

Fue el segundo revés consecutivo en la Liga y el cuarto partido oficial sin cantar victoria, incluido un decepcionante empate de 1-1 con el visitante Ajax Amsterdam por la Liga de Campeones de Europa.

Los muniqueses están hundidos en la Bundesliga, en el sexto puesto de la clasificación tras siete fechas y a una distancia de cuatro puntos del líder, el Borussia Dortmund.

Kovac debe tratar de revertir la situación y ahora tendrá varios días para despejar la mente por la pausa de las selecciones. Doce de sus jugadores fueron convocados para la fecha internacional.

"Espero que los jugadores que estén en el seleccionado alemán puedan despejar la mente y vivir un éxito que trasladen luego a Múnich", señaló Kovac.

Mientras tanto ha recibido el respaldo rotundo del máximo responsable del Bayern, el presidente Uli Hoeness.

"Voy a defender a Niko Kovac hasta la muerte", sostuvo Hoeness en declaraciones que publica hoy la revista deportiva "Kicker". "En nuestras filas reina la calma total", aseguró. Esta frase suena a táctica en un club acostumbrado al éxito y que busca el séptimo título nacional consecutivo.

Kovac está en el ojo del huracán muniqués. Pero el análisis de la situación también deja al descubierto la responsabilidad de la dirigencia y de los jugadores. "Tenemos que asumir la situación. Estamos esforzándonos por ofrecer los resultados y la cultura de juego que se espera del Bayern", admitió Thomas Müller.

Atrás quedaron los primeros siete partidos de Kovac, con siete victorias y el séptimo título en la mira. Después llegó el punto de inflexión, un 1-1 con un aguerrido Augsburgo.

Los problemas del conjunto son más de estructura y de conformación de un plantel liderado desde hace años por los mismos jugadores. Futbolistas que tienen cuerpos más viejos y desgastados. La Bundesliga, y un ejemplo de ello es el Dortmund, se ha vuelto más joven y más rápida.

Tras años a un ritmo de un partido cada tres días entre Bundesliga, Champions, Copas y partidos de selección, los astros del Bayern parecen haber llegado también a su límite mental.

Basta con echar un vistazo a la formación de los primeros once partidos dirigidos por Kovac para constatar que el declive comenzó a mediados de septiembre, cuando arrancaron las fechas entre semana, con siete cotejos en 21 días.

El plantel, aquejado por lesiones, se topó con sus límites. El campeón récord alemán se reforzó este año solo con dos jugadores, Leon Goretzka y Serge Gnabry. Además, el conjunto tiene sus carencias. Los laterales son pocos y el delantero Robert Lewandowski, de 30 años, tiene de suplente a un Sandro Wagner, casi un año mayor.

La rotación a la que Kovac somete al equipo no es un error, pero su puesta en práctica genera dudas. A Lewandowski lo privó de las carreras y el constante cambio en la posición de seis entre dos centrocampistas tan diferentes como Javi Martínez, de mucha potencia física, y Thiago, un técnico sublime, afecta el equilibrio del juego.

Kovac ha identificado dos problemas de los bávaros: los errores individuales al recibir goles y la sequía de tantos. A ello se le suma el factor mental cuando las cosas no marchan bien. Kovac aseguró tras el partido del sábado: "No estoy desconcertado porque sé por qué pasó esto".

Los directivos del Bayern son conocidos por corregir el rumbo en fases en las que las cosas no marchan bien. Tras la primera fecha de la Bundesliga, Hoeness dejó caer: "Estamos juntando un poco de dinero para el caso de que debamos gastar un poco más el año que viene". Lo que quiere decir que los bávaros podrían lanzarse al mercado en busca de refuerzo.

De momento, Kovac deberá trabajar con los jugadores que tiene a disposición. "La presión puede ser un elemento favorable", se mostró optimista. Tras la pausa de partidos internacionales, el Bayern encara una semana de tres partidos fuera de casa en Wolfsburgo, AEK de Atenas y Mainz.