Congo acusa a Angola de expulsiones violentas, niega Luanda

VOA

El gobierno del Congo acusó a las autoridades angoleñas de expulsar violentamente a miles de sus ciudadanos durante una ofensiva contra la extracción artesanal de diamantes, pero Angola dijo que había actuado legalmente para proteger sus recursos.

Los migrantes y funcionarios congoleños han dicho que este mes, decenas de personas murieron durante una operación de las fuerzas de seguridad angoleñas y un grupo étnico aliado. Angola lo niega y dice que muchos migrantes congoleños se fueron voluntariamente.

El gobierno de la República Democrática del Congo "condena las violaciones de derechos humanos y la pérdida de vidas humanas provocadas por las expulsiones", dijo el portavoz Lambert Mende en una declaración el martes por la noche.

La disputa llega en un momento de empeoramiento de las relaciones entre el presidente del Gobierno del Congo, Joseph Kabila, y su antiguo aliado cercano.

Hace dos décadas, Angola intervino para rescatar al padre de Kabila, el entonces presidente Laurent Kabila, de un asalto rebelde respaldado por Ruanda.

Sin embargo, recientemente, Angola se ha sentido frustrada por el manejo de varias crisis por parte de Kabila junior, incluida la inestabilidad causada por su incapacidad para hacerse a un lado cuando finalizó su mandato a fines de 2016, y un conflicto en la provincia de Kasai, en el Congo, que envió a miles de refugiados a la frontera.

Mende dijo que alrededor de 28,000 congoleños habían sido expulsados ​​"brutalmente", en violación de un acuerdo entre los dos países sobre la libertad de movimiento.

El comisionado de la policía angoleña, Antonio Bernardo, desestimó las acusaciones de violencia el miércoles y dijo que el acuerdo fronterizo solo permitía visitas de hasta 48 horas.

"Angola es un país soberano", dijo a Reuters. "La defensa de la soberanía incluye necesariamente la salvaguardia de la seguridad nacional, la protección de sus recursos naturales".

Dijo que los migrantes congoleños residían ilegalmente en el país y que ya habían recibido "asistencia desinteresada" a pesar de su estatus, y que habían abandonado su propia voluntad.

En las últimas semanas, Angola ha intensificado sus esfuerzos para hacer frente al contrabando de diamantes y obtener más ingresos del sector lucrativo.