Hamburgo-St. Pauli, el derby que una ciudad esperó por siete años

Por Claas Hennig (dpa)
Hamburgo, 29 sep (dpa) - Los aficionados al fútbol en Hamburgo han tenido que esperar siete años para poder disfrutar del duelo entre los dos clubes de la ciudad. El domingo, el Hamburgo recibe al St. Pauli en un partido en el que está en juego algo más que los tres puntos y para el que la Policía ha preparado un gran operativo.

Partidos especiales requieren algunas veces medidas especiales. El técnico del St. Pauli, Christian Titz, organizó por ello una sesión de entrenamiento abierta al público antes del cotejo, en lugar de encerrarse como es habitual.

"Es realmente bueno que los jugadores puedan ver también que los hinchas y muchas personas de la ciudad les apoyan", declaró el viernes el entrenador. "Esto nos inspirará una vez más y mostrará un poco a los jugadores lo especial que es este derby".

El entrenador quiso recibir el calor de los hinchas en el entrenamiento previo al electrizante duelo del domingo ante el rival de la ciudad, que está jugando en segunda división tras su primer descenso de la historia. Aunque Titz no necesita motivar a sus jugadores. "El incentivo es suficientemente grande", afirmó. "El ganador se lleva los laureles".

El Hamburgo regresó en tren a la ciudad portuaria el viernes por la tarde después de jugar fuera ante el Greuther Fürth. A pesar de empatar en un encuentro sin goles el jueves por la noche, los jugadores tenían sus pensamientos puestos ya en el duelo del domingo.

Se trata de una cuestión de prestigio para un club que descendió la pasada temporada a segunda división por primera vez en su historia y que ha perdido dos de los partidos de la temporada, uno de ellos 5-0 ante el Jahn Regensburg en la sexta fecha.

"Un derby así es un gran partido. A veces hay otras cosas que deciden, no sólo quién es el mejor equipo en términos de juego", dijo el delantero del Hamburgo Khaled Narey. "Todos deben estar al 110 por ciento y lanzarse al uno contra uno. Cuando hacemos eso, creo que somos el mejor equipo".

Para muchos aficionados de la ciudad portuaria es el partido de los partidos. Las 57.000 entradas se agotaron hace tiempo. El St.Pauli ha organizado una transmisión en directo para sus aficionados en el estadio Millerntor, donde las 15.000 plazas también se ocuparon rápidamente.

Desde hace días solo se habla del cruce número cien entre los dos equipos de la ciudad. Tras más de siete años, el descenso del Hamburgo hizo posible este nuevo duelo para delicia de los aficionados.

El último partido aún permanece vivo en la mente de los hinchas del St.Pauli. El 16 de febrero de 2011, ganaron al Hamburgo con un gol de Gerald Asamoah en un partido de la Bundesliga. Sin embargo, al final de esa temporada, el St.Pauli bajó a segunda.

Para el técnico del Hamburgo, una victoria en el partido más prestigioso de la temporada le aliviaría de la presión que sufre desde hace unos días, tras caer ante el Regensburg y empatar ante el Greuther Fürth. El club está en cuarta posición de la tabla igualado en puntos con el Regensburg y el Union Berlín.

El St.Pauli por su parte llega fortalecido tras ganar ante el Ingolstadt y el Paderborn en los últimos partidos de liga, con solo un punto menos que el Hamburgo.

"Sé que el Hamburgo tiene un equipo mejor. Pero también sé que nuestros jugadores se van a dejar la piel. Equilibramos lo que otros tienen de más con el corazón y la pasión", dijo el viernes el entrenador de St. Pauli, Markus Kauczinski. "Los derby no son partidos como los demás, porque las expectativas y el hormigueo por toda la ciudad son completamente diferentes", agregó.

El partido ha obligado a las autoridades de la ciudad a organizar un gran operativo ante posibles disturbios entre las dos aficiones archienemigas. La Policía espera entre 700 y 1.000 hinchas violentos, la mitad de un equipo y la otra mitad del otro.