Los esfuerzos de Europa y Asia Central para alcanzar el Hambre Cero, amenazados por la pobreza y el cambio climático


El Director General de la FAO pide impulsar dietas saludables y frenar la pérdida y el desperdicio de alimentos


16 de mayo de 2018, Vorónezh, Federación de Rusia – Alcanzar el Hambre Cero en Europa y Asia Central requiere apoyar a los pequeños campesinos y agricultores familiares para lograr reducir la pobreza y, frente al cambio climático, se deben gestionar los recursos naturales de manera sostenible, aseguró hoy el Director General de la FAO, José Graziano da Silva.

La región “ha logrado un progreso sustancial” en la reducción de la subalimentación en los últimos años, “pero en algunos países el hambre sigue planteando una grave preocupación”, dijo Graziano da Silva, en la apertura de la Conferencia Regional de la FAO para Europa y Asia Central, que cuenta con la presencia de ministros y altos funcionarios de 42 países.

“La malnutrición y la pobreza rural persistentes en Europa y Asia central requieren aún mayores esfuerzos si queremos alcanzar el Hambre Cero para 2030”, añadió en su intervención ante los participantes de la Conferencia.

El hambre aumentó en el mundo en 2016, tras de más de una década en descenso, y los datos preliminares indican que también se ha producido un nuevo aumento en la prevalencia de la subalimentación en 2017, explicó Graziano da Silva.

Recordó datos recientes de la FAO que indican que 14 millones de personas en la región de Europa y Asia central –casi todas en las zonas rurales-, se enfrentan todavía a la inseguridad alimentaria. Entre los más países afectados figuran Tayikistán, con el 30% de su población subalimentada, Moldavia (8,5%), Georgia (7%), Kirguistán (6,4%) y Uzbekistán (6,3%).

Destacó en particular la importante labor de la FAO en la región para empoderar a los pequeños campesinos y agricultores familiares para lograr reducir la pobreza y gestionar de forma sostenible los recursos naturales en un contexto de cambio climático.

Sobrepeso y obesidad

Graziano da Silva señaló también que alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 2 significa ir más allá del Hambre Cero para erradicar todas las formas de malnutrición, incluidas las deficiencias de micronutrientes y la sobrealimentación.

Advirtió que la actual epidemia global de sobrepeso y obesidad -impulsada por un consumo excesivo de alimentos procesados con alto contenido de sal y azúcares-, afecta también a Europa y Asia Central, citando a Malta, Turquía y el Reino Unido, donde alrededor del 29 por ciento la población es obesa.

“Los países deben hacer frente a esta situación fomentando dietas saludables. Las políticas públicas nacionales son fundamentales, la nutrición es un asunto público, una responsabilidad del Estado”, subrayó, haciendo hincapié en la importancia de la educación nutricional, la sensibilización, así como las reglamentaciones sobre etiquetado y publicidad.

Cambio climático

Tras calificar el cambio climático como “uno de los principales obstáculos para lograr el desarrollo sostenible”, Graziano da Silva señaló que tiene “máxima importancia promover la adaptación de los sistemas alimentarios, en especial en lo que afecta a las comunidades rurales pobres”.

Añadió que el Fondo Verde para el Clima es uno de los mecanismos más importantes disponibles en la actualidad para financiar la respuesta de los países en desarrollo al cambio climático.

La FAO colabora estrechamente con una amplia gama de países de todo el mundo que han solicitado formalmente la ayuda de la Organización de la ONU para preparar proyectos que se presentarán al Fondo Verde para el Clima.

Graziano da Silva hizo hincapié en que la FAO está comprometida a explorar todos los enfoques para impulsar sistemas alimentarios que puedan proporcionar alimentos accesibles y saludables para toda la población, a la vez que respetan el medio ambiente y la biodiversidad.

Al mismo tiempo aplaudió las diferentes iniciativas en Europa para combatir la pérdida y el desperdicio de alimentos, como los bancos de alimentos, y pidió que se reduzca urgentemente este despilfarro. Recordó que evitar el desperdicio de alimentos podría tener efectos positivos en la preservación de la tierra y otros recursos naturales, en particular el agua.

Por último insistió ante los participantes de la Conferencia que el objetivo más importante de la FAO es ayudar a los Estados Miembros a alcanzar el ODS 2 para la erradicación del hambre y todas las formas de malnutrición, y promover el desarrollo agrícola sostenible.