VP: Dignidad o humillación

Hoy no hay duda, nuestro país está inmerso en una dictadura que en su peor apogeo está dispuesta a hacer lo que sea para mantenerse en el poder, sin importarle si quiera la vida de nuestro pueblo, tanto las instituciones como los puestos de poder están sometidos a golpes de Estados, por pensar diferente, por creer en la libertad, ellos no respetan la voluntad popular,


Las fraudulentas elecciones a la espuria constituyente, el proceso fraudulento de las elecciones a gobernadores y ahora dan una nueva cachetada a lo que queda de democracia: las elecciones municipales que se harán en cuatro meses, cuando ni siquiera han repetido las elecciones para los diputados en Amazonas, y nuestra legítima Asamblea Nacional está a mitad de su periodo.

El pueblo venezolano no estaba preparado para afrontar una dictadura moderna, sin embargo le hemos hecho frente desde las calles y lo seguiremos haciendo. Nosotros desde el accionar político sabemos que urge una restructuración y nuevas estrategias para conquistar la democracia, pero no solo es tarea de los políticos, sino de todos los venezolanos.

En las calles he debatido con los vecinos si soy o no candidato a la alcaldía, y mi respuesta es clara: en este momento priva el interés nacional ante que el local o incluso partidista o personal, es decir de qué importa recoger correctamente la basura mientras vivimos bajo la bota de la dictadura? Ser un dirigente no es decir lo que las mayorías esperan escuchar, es enfrentar la realidad sociopolítica con responsabilidad, coherencia y dignidad.

Aunque he recibido reclamos e incluso intentos de persuasión porque “un alcalde es el más cercano a los vecinos y que no podemos abandonar los espacios", un puesto irreal de poder, sometido, subordinado y humillado ante el régimen no va a hacer que escapemos de la grave realidad que vive el pueblo venezolano. A la alcaldía no le bajan los recursos y podríamos decir que está prácticamente quebrada, lo sabemos los concejales, esto es una realidad que veo a diario, y cómo nos tenemos que preparar para una debacle económica al corto plazo, ¿Sabemos cómo la vamos a enfrentar? ¿Estamos preparados? Es por ello que de forma responsable debemos prepararnos para exigirle a Maduro una respuesta al país, para no empobrecernos aún más, para que cada vez que Maduro aumente el sueldo deliberadamente, no quiebre más a los venezolanos.

La decisión fue difícil, pero no por el hecho de que no fuera candidato, sino porque por lo que habíamos trabajado incansablemente y construido junto a los vecinos dejó de ser prioridad. Fueron años de preparación y crecimiento en la lucha social, desde que agarré una brocha y un pote de pintura en el 2005 y recuperamos parques con nuestra Fundación Jóvenes Con La Comunidad, 97 espacios públicos recuperados en el municipio para ese entonces. Fueron años de servicio en la Alcaldía, y lo difícil que ha sido hacer buena gestión en el Concejo Municipal en tiempos de crisis.

Dejamos de participar estando muy bien valorados tanto es gestión como tolda política, pero hoy el país está de primero y tenemos que entender que no podemos seguir cayendo en la trampa del régimen de seguir participando en un proceso que no es honesto y nunca nos genera los resultados reales, burlándose y pisoteando al pueblo como le da la gana, sólo para cumplir con su misión de desmotivar, confundir, dividir, en fin, desmoralizar al pueblo y a los jóvenes.

Quien se lance a algún puesto de poder si gana, no gobierna, y si quiere gobernar debe humillarse ante la ilegítima constituyente, es por eso que ratifico que no es cuestión de un puesto, como dirigentes tenemos la responsabilidad de recuperar la credibilidad política y para eso estoy convencido de que hay que hacer sacrificios, dejar de lado el ser reaccionarios como estrategia, y trabajar bajo la disciplina.