La Feria del Libro de Fráncfort mira de reojo a Cataluña


Por María Prieto (dpa)
Fráncfort, 11 oct (dpa) - Entre reunión y reunión, los editores españoles que hasta el domingo participan en la Feria del Libro de Fráncfort aprovechan para mantenerse informados de la evolución de la crisis abierta en Cataluña.


El traslado de sede social de Barcelona a Madrid anunciado por la gigante editorial Planeta no parece haber afectado a un sector que se mantiene cauto y en compás de espera.

"De momento estamos todos aquí siguiendo los acontecimientos", declara en entrevista a dpa el presidente de la Federación de Gremios de Editores de España, el catalán Daniel Fernández.

"Creo que nos encontramos como Fabricio del Dongo en la Cartuja de Parma, que él se encuentra en la batalla de Waterloo y no sabe que está en un momento decisivo, ve pasar caballos y soldados, y nosotros también estamos mirando esto con estupefacción y preocupación, evidentemente", añade el editor barcelonés.

Desde una editorial pequeña con sede en Barcelona que prefiere no dar su nombre aseguran que pase lo que pase no se moverán de la ciudad condal. "Eso de mover la sede social es una tontería, lo que importa es donde uno paga sus impuestos", razona una de las empleadas.

Fernández señala que desde que el desafío catalán se encasquilló, la federación que preside no ha registrado un incremento de consultas por parte de editoriales catalanas.

"Después de la declaración de este martes en el Parlament, parece que la inseguridad jurídica está un poco más lejos, aunque Planeta ya ha tomado la decisión de irse, pero de momento no hay más movimiento, al menos en la Federación no nos constan", recalca.

Estableciendo una analogía con España, el editor recuerda que la Federación de Gremios de Editores de España se fundó en 1978, el mismo año en que se promulgó la Constitución española.

"Desde hace 35 años organizamos la Feria Internacional del Libro (Liber), que comparte su capitalidad y que se celebra un año en Madrid y otro en Barcelona", explica para a continuación señalar que este evento podría servir de ejemplo de que la cooperación desde la diferencia es posible y que la concordia se puede conseguir hablando.

Preguntado por qué libros les recomendaría al presidente español, Mariano Rajoy, y al dirigente catalán, Carles Puigdemont, para destensar el conflicto, aboga por los "Diálogos platónicos".

"La lectura exige un periodo de reflexión y una tranquilidad y serenidad de espíritu que conviene a cualquier tipo de negociación y de conversación polítical. A partir de ahí, los libros a recomendar en este momento serían más bien difíciles porque en realidad, más que a leer libros, les diríamos, pónganse ustedes a conversar", concluye.