El Parlamento alemán arranca legislatura marcada por la ultraderecha


Por Almudena de Cabo (dpa)
Berlín, 24 oct (dpa) - El Parlamento alemán arrancó hoy el nuevo período legislativo -marcado por la irrupción de los ultraderechistas de Alternativa para Alemania (AfD)- con un llamamiento a la serenidad y a la responsabilidad de todos sus diputados.


Es la primera vez en más de medio siglo que el hemiciclo contará con un partido de ultraderecha después de que éste se convirtiera en la tercera fuerza política del país y obtuviera 92 escaños en las elecciones generales de hace un mes.

El encargado de lidiar con los previsibles acalorados debates que auguran los diputados de AfD será el hasta ahora ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, que fue elegido hoy presidente del Bundestag por amplia mayoría con 501 votos a favor, 173 en contra, 30 abstenciones y uno no válido.

Durante su intervención para agradecer su nombramiento, el diputado conservador recordó que la actividad en el Parlamento debe ser siempre entendida como una "gran responsabilidad" y afirmó que ve "con serenidad" los futuros debates parlamentarios. "La disputa democratica es necesaria, pero la discusión tiene reglas", recordó y apeló a hacerlo con respeto.

De la misma opinión se mostró el político liberal Hermann Otto Solms, con 33 años como miembro del Bundestag, que fue el encargado de dirigir la primera sesión constituyente del nuevo hemiciclo y aprovechó su discurso inaugural para recordar a los diputados que se tomen en serio su responsabilidad y obligación para con el Estado en los próximos años.

"Todos tenemos el mismo mandato, los mismos derechos, pero también las mismas obligaciones", declaró el político de 76 años con la mirada puesta en los diputados de AfD comandados por el veterano Alexander Gauland y la joven economista Alice Weidel.

Asimismo, recordó que el Parlamento es el centro del ordenamiento del Estado en Alemania. "El Bundestag es uno de los Parlamentos más influyentes del mundo, puesto que es el encargado de elegir al Gobierno y se encarga de controlarlo, no al revés".

El desembarco del partido antiinmigración en la Cámara baja ha provocado una especie de terremoto en Alemania. En un país en el que reina la tradición del consenso y de lo políticamente correcto, los partidos tradicionales se esforzaron desde un primer momento por marcar distancias y evitar sentarse cerca de la bancada ultraderechista.

A diferencia de lo que marcaba la tradición, la apertura del décimo noveno Bundestag no recayó en el diputado de más edad, sino en aquel que más años ha ocupado un escaño. Un cambio legislativo evitó que el parlamentario del partido de tintes xenófobos AfD, Wilhem von Gottberg -de 77 años y antiguo miembro de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel- fuera quien tomara la palabra en la sesión inaugural.

En su lugar, lo tendría que haber hecho Schäuble, presente en el Bundestag desde hace 45 años. Sin embargo, su nombramiento como presidente de la Cámara le obligó a ceder el honor a Solms.

El diputado de AfD Bernd Baumann criticó esta modificación que calificó como "una maniobra evidente". "Tiene que ser muy grande el miedo a AfD y sus electores para usar este tipo de métodos", comentó. "El pueblo ha decidido. Ahora comienza una nueva época en el Bundestag. A partir de ahora se negociarán de nuevo temas como los relacionados con el euro, la apertura de fronteras o el incremento de la delincuencia en el país", afirmó durante su intervención.

Por su parte, el SPD, que vuelve a la oposición tras cuatro años de Gobierno de coalición con Angela Merkel, acusó a la canciller alemana de contribuir al éxito de AfD. "Su estilo de política, señora Merkel, es la causa de que hoy tengamos un partido populista de derecha aquí en el Bundestag", criticó el diputado Carsten Schneider. "En esta campaña electoral rehusó cualquier discusión política para mejorar ideas o conceptos, cualquier debate sobre mejores argumentos", indicó.

El décimo noveno Parlamento desde la creación de la República Federal de Alemania en 1949 se presenta como el de mayor tamaño y como uno de los más fragmentados de la historia.

La nueva cámara tendrá un total de 709 diputados, frente a los 631 de la legislatura precedente, y contará con seis formaciones políticas, algo que no ocurría desde 1957.

Además, éste será un parlamento de marcado carácter masculino en el que las mujeres tan solo representan el 30,7 por ciento.