Tulipanes silvestres son la atracción de convento alemán de Neuzelle

Por Anna Ringle (dpa)
Neuzelle, (Alemania), 1 may (dpa) - El convento barroco de Neuzelle, en el estado federado de Brandemburgo, atrae en estos días a un gran número de de turistas, que llegan al lugar con motivo de una flor muy especial: el tulipán silvestre.


Los visitantes descienden por una escalera hasta una fuente en el jardín del convento, rodeada de coloridos tulipanes. Pero el maestro jardinero Ralf Mainz no los conduce hasta allí, ya que no son estos ejemplares los que los turistas quieren ver.

Poco más allá está su destino: un sitio donde crecen tulipanes silvestres. Su color amarillo intenso recuerda a los narcisos, su perfume al pequeño lirio de los valles. Cada vez son más los turistas que llegan al lugar para ver esta rareza, señala Mainz.

Dos de sus colegas se le acercan y comentan que han divisado tulipanes silvestres en otros puntos del terreno. "El tulipán se está extendiendo por el jardín", se alegra Mainz. Dos semanas antes de Pascua descubrió los primeros capullos, dentro de pocos días el espectáculo llegará a su fin.

El maestro jardinero cree que fueron los monjes quienes trajeron los primeros ejemplares a la región. La planta es plurianual, sus pequeños bulbos se encuentran enterrados a varios centímetros de profundidad.

El "tulipa sylvestris", tal el nombre científico de la admirada flor, pertenece a la familia de las liláceas. Según datos de la Oficina Federal de Protección de la Naturaleza, el tulipán silvestre es una especie protegida en Alemania desde hace décadas. Las listas rojas que catalogan especies amenazadas la consideran en peligro de extinción. Está prohibido arrancarlos o destruirlos deliberadamente.

En Alemania los tulipanes silvestres por ejemplo en Turingia, en el norte de Baviera, en la zona media del río Rin y en el estado federado de Schleswig-Holstein. La flor es originaria del Mediterráneo. Fue introducida en Alemania hace siglos y crece en prados y herbazales.