Henry Constantín: En Cuba el periodismo es una mala palabra para los que controlan el país

VOA

Henry Constantín Ferreriro ha insistido con tenacidad en ejercer su libertad de expresión en Cuba. Tres veces fue expulsado de distintas universidades en la isla: Universidad de Oriente, 2006; Universidad de Las Villas, 2008 y Universidad de las Artes, en La Habana, 2011.
Sin poder graduarse de periodismo o de realizador audiovisual, Constantín emprendió sus proyectos de publicación para mostrar el país que no sale en los catálogos para turistas o empresarios extranjeros.

Constantín Ferreiro, de 33años de edad y hoy vicepresidente regional para la Sociedad Interamericana de prensa (SIP) cree fervientemente que la gente en los regímenes cerrados busca la información a toda costa.

Primeramente abrió el blog Reportes de viajes, incrustado en plataforma llamada entonces Voces Cubanas, fundada por Yoani Sánchez. Luego se pegó al teclado de su teléfono para lanzar twits a la atmósfera y reportar a Cuba desde su perspectiva.

Desde hace un tiempo fundó la revista sociocultural La hora de Cuba, que se encarga de distribuir directamente entre sus amigos y vecinos en la central provincia de Camagüey. este desafío le ha costado detenciones arbitrarias, acusaciones de "propaganda enemiga" y el decomiso de sus instrumentos de trabajo.

A propósito del Día Mundial de la Libertad de Prensa, este 3 de mayo, Martí Noticias indagó en las razones que llevan a este comunicador censurado en su país, en insistir en defender a sus colegas y a monitorear contantemente los zarpazos al asomo de la prensa libre bajo la mordaza autoritaria en la isla.

¿Qué te parece a ti esta celebración desde un país que penaliza la diferencia?

Es una celebración que para nosotros los que amamos la libertad prensa dentro de Cuba es casi un duelo, porque celebra algo que no tenemos plenamente. Yo trato, por fuerza y por fuerza de necesidad de ser optimista. El mundo en los últimos años ha dado un retroceso en libertad de presa, sobre todo en América Latina con el grupo de gobiernos estos en torno a Venezuela y Cuba. Pero de todas maneras tenemos motivos, ínfimos, para regocijarnos… que haya periodistas dentro de Cuba, medios de prensa funcionando, creo que es un buen motivo para que digamos: ¡Hemos logrado algo!

¿Cuáles son tus valoraciones como vicepresidente regional para la SIP, sobre los últimos ataques a tus colegas independientes, los no tan independientes e incluso contra los oficialistas en Cuba?

Algo ha quedado claro en los últimos meses, y es que en Cuba no importa mucho si te defines a favor de una cosa abstracta llamada ‘revolución socialista’, si te defines abiertamente en favor de la libertad y la economía de mercado cuando haces periodismo. Lo que importa es si te defines obediente o desobedientemente contra el gobierno. Y eso nos ha puesto a todos –los que defienden el ‘socialismo puro’ y los que tratamos de crear un país con libertades en todo sentido- en el mismo riesgo.

Proyectos de periodistas que se llaman independientes han sido amenazados y los periodistas detenidos. Ahora mismo estuvo en problemas el periodista Maykel González por intentar hacer un reportaje sobre una estudiante de periodismo expulsada de la Universidad en Villa Clara.

Henry Constantín detenido al salir de su casa enCamagüey

Es la prueba de que hay un movimiento fuerte dentro de la isla que quieren hacer periodismo de diferentes maneras y el gobierno está reaccionando como sabe hacerlo siempre, con la violencia, las leyes a su alcance, la policía… algún día tendrá que cambiar o perder esos métodos.

¿Qué te parece la evolución del periodismo independiente en Cuba, ligado desde sus inicios a la defensoría de los Derechos Humanos?

Ha sido durísimo. Cuando uno se sumerge en la evolución de estos años -en la lucha de los Derechos Humanos que va tan ligada a la lucha por la libertad de expresión- está constantemente chocando con personas encarceladas, algunos de ellos durante bastantes años. Son personas que han perdido sus bienes, constantemente vigilados, que ha sufrido grandes traumas. Eso evidencia dos cosas: la negativa, que vivimos en un país donde libertad de prensa, donde periodismo es una mala palabra para los que controlan el país, y la buena es que es un país lleno de gente que a pesar de haber sido educadas en situaciones de no libertad no han perdido el deseo de ser libres.

¿Un mensaje a tus colegas que están atravesando situaciones difíciles en el tema de la censura?

Debemos recordad siempre esa palabra clave que es la perseverancia. Puede que algunos caigan, lamentablemente, baleados como pasa en México, que algunos terminen en cárceles o bajo agresiones violentas como pasa en Venezuela y Cuba; pero el periodismo es como una última esperanza en las sociedades de nosotros. Con cámaras, laptops, lapiceros, podemos hacer sociedades mejores y si perseveramos, lo podemos lograr.

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