Son necesarias medidas más ambiciosas para incrementar la representación parlamentaria de las mujeres

Ginebra, 7 de marzo de 2017
La Unión Interparlamentaria (UIP) abogó hoy por adoptar medidas más ambiciosas y un compromiso político más sólido para incrementar la representación parlamentaria de las mujeres y cimentar los importantes avances logrados en todo el mundo en la última década.

“Las mujeres en el parlamento en 2016: perspectiva anual”, informe de la UIP publicado en vísperas del Día Internacional de la Mujer - el 8 de marzo -, insta a promover un nuevo impulso para garantizar que la voz de las mujeres se incluye en todos los procesos de toma de decisiones en todos los ámbitos. Como en años anteriores, el informe subraya que el empoderamiento político de las mujeres no puede darse por descontado.

El porcentaje mundial promedio de mujeres en los parlamentos nacionales aumento del 22,6 por ciento en 2015 al 23,3 por ciento a finales de 2016. Hace diez años, las mujeres ocupaban el 16,8 por ciento de los escaños parlamentarios en el mundo, lo que representa un incremento de a 6,5 puntos porcentuales en la última década. Sin embargo, el ritmo de avance se ha estabilizado en los últimos años, lo que pone de manifiesto la necesidad de seguir promoviendo iniciativas con el objetivo de lograr una mayor equilibrio de género en la política.

En diciembre de 2016 las mujeres representaban al menos el 30 por ciento de los escaños en 68 cámaras parlamentarias (25% del total) y menos del 10 por ciento en 44 cámaras (16%). Aún a fecha de hoy, no hay ninguna mujer en cinco cámaras parlamentarias.

“Debemos aprovechar esta oportunidad para cimentar los éxitos logrados en los últimos años, porque a menudo los avances que tanto nos ha costado lograr son frágiles y se pueden perder con facilidad, especialmente en un momento en el que involucrarse en política es incluso más problemático. Los parlamentos son fundamentales para garantizar que hay mujeres entre los líderes mundiales más destacados, así como para reforzar las políticas y legislaciones necesarias que nos permitan alcanzar el objetivo de igualdad de género y plena e igualitaria participación de las mujeres en todos los niveles antes de 2030,” afirmó el Secretario General de la UIP, Martin Chungong.

El ligero aumento en el número de mujeres parlamentarias contrasta con el ritmo más elevado de avance en el caso de las mujeres que presiden un parlamento, que ha alcanzado una cifra histórica, con 53 mujeres al frente de una cámara parlamentaria (del total mundial de 273). A fecha de hoy, las mujeres ocupan el 19,1 por ciento de los cargos presidenciales a nivel legislativo en el mundo, un incremento de casi el tres por ciento desde 2015.

Un total de 9 nuevas mujeres presidentas de parlamento fueron elegidas o nombradas en 2016. Las nuevas presidentas de los parlamentos de la República Árabe de Siria y Viet Nam hicieron historia el año pasado, al convertirse en las primeras mujeres en ser elegidas para ese cargo en sus respectivos países.

Logros regionales

En un año en el que se celebraron elecciones parlamentarias en 53 países, los mayores avances y retrocesos se produjeron los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (SIDS, por sus siglas en inglés), donde el menor tamaño relativo de los parlamentos tiene una mayor repercusión en el porcentaje de escaños ocupados por mujeres.

Los mayores progresos para las mujeres en el parlamento en 2016 se registraron en el Pacífico, una región que no se ha caracterizado tradicionalmente por un liderazgo político inclusivo en materia de género. El promedio regional de mujeres en los parlamentos de esa región aumentó del 17,4 por ciento en 2016 al 15,8 por ciento en 2015. Estos avances se producen a raíz de la Declaración sobre Igualdad de Género de los líderes del Pacífico en 2012, que puso el énfasis en prestar más atención a las mujeres y su participación en la toma de decisiones.

En Europa, la representación parlamentaria de las mujeres aumento del 24,4 por ciento en 2015 al 26,3 por ciento en 2016, con avances significativos en Chipre, Islandia y Montenegro. En Irlanda, la obligatoriedad jurídica de una cuota en la lista de candidatos, que se introdujo en 2012, tuvo como consecuencia un incremento del 7,1 por ciento en el número de mujeres en la cámara baja. Por contra, hubo importantes pérdidas electorales, especialmente en Croacia, Lituania y Bielorrusia; en España, donde la ley electoral exige el "equilibrio de género", a las mujeres les resultó difícil superar el objetivo del 40 por ciento.

En los Estados Árabes, el porcentaje de escaños parlamentarios en manos de mujeres aumento hasta el 18,1 por ciento en 2016, manteniendo los estables avances de la última década para asegurar un mayor equilibrio de género en la política. En buena medida, esto es consecuencia de la respuesta a la presión en favor de mayor transparencia y rendición de cuentas a nivel democrático en la región. Los avances más sólidos – sobre todo en Marruecos y Jordania – se produjeron donde los líderes políticos de hicieron eco de estos llamamientos.

El año pasado no fue una excepción y las elecciones en Asia transcurrieron sin cambios drásticos. Las representación parlamentaria de las mujeres aumentó en un 0,5 por ciento, del 18,8 por ciento en 2015 al 19,3 por ciento en 2016. Los aumentos, aunque moderados, se registraron en todos los países que celebraron elecciones (Irán, Japón, Laos, Mongolia, Filipinas, República de Corea y Viet Nam), con la notable excepción de la India. Esto demostró que el cambio incremental todavía puede ser significativo y enérgico.

Las Américas sigue siendo la región con el promedio regional más alto de mujeres en el parlamento tras registrar un incremento del 0,9 por ciento en 2016, hasta el 28,1 por ciento de los escaños. La implementación de reformas legislativas concebidas para permitir que las mujeres ocupen el 50 por ciento de los puestos decisorios contribuyó en gran medida a estos avances. Por ejemplo, Nicaragua convirtió en obligatorio el equilibrio de género en las listas de los partidos y la República Dominicana introdujo la obligatoriedad jurídica de las cuotas en la listas de candidatos.

La obligatoriedad jurídica de introducir cuotas electorales de género fue también un factor clave en el aumento relativamente moderado en el porcentaje de mujeres parlamentarias en el África Subsahariana (del 23,2 por ciento en 2015, al 23,6 por ciento en 2016). Se demostró que las cuotas permiten a los países mantener una representación parlamentaria de las mujeres relativamente estable. Donde no había cuotas, se registraron retrocesos importantes.

El futuro

El año 2016 dejó de nuevo de manifiesto que las cuotas, como las conocemos hoy, son claramente eficaces a la hora de propiciar que haya más mujeres en la política y de garantizar un nivel mínimo de representación femenina en los parlamentos. Sin embargo, las cuotas no siempre logran ir más allá de la denominada “masa crítica” del 30 o 35 por ciento de escaños parlamentarios en manos de mujeres, y su adopción sigue siendo complicada por razones diversas (el año pasado solo se aprobó una nueva ley de cuotas: en Liberia).

El informe de la UIP también destaca los comportamientos misóginos y sexistas que permean las esferas públicas y privadas cuando las mujeres reivindican su espacio político, lo que revela el grado en que las mujeres tienen que seguir luchando cada día para que se les reconozca su legitimidad como actores políticos. Es necesario redoblar los esfuerzos para combatir estos factores que disuaden a las mujeres de entrar en política.

“Ha llegado la hora de adoptar medidas más ambiciosas para impulsar al siguiente nivel la participación de las mujeres y sus opiniones políticas. Se ha conseguido mucho en los últimos años, pero hay que hacer más para materializar la igualdad de género y convertirla en realidad,” añadió Chungong.

Para leer el informe completo, pulse http://www.ipu.org/pdf/publications/WIP2016-e.pdf