Padre de piloto de tragedia aérea de Germanwings cuestiona informes

Por María Laura Aráoz (dpa)

Berlín, 24 mar (dpa) - Precisamente al cumplirse el segundo aniversario de la caída de un avión de la línea alemana Germanwings sobre los Alpes franceses, el padre del copiloto Andreas Lubitz cuestionó hoy los informes oficiales que sindicaron a su hijo como único culpable de la tragedia.

No está probado cabalmente que haya sido el único responsable, lanzó Günter Lubitz en su primera aparición pública. El padre del copiloto presentó junto con un experto en aviación un informe en el que buscaba plantear dudas sobre las conclusiones de las autoridades alemanas y francesas de que el accidente fue un acto suicida.

Un avión de la subsidiaria de Lufthansa chocó en horas de la mañana del 24 de marzo de 2015 contra un macizo montañoso en una región remota de los Alpes franceses cuando cumplía un vuelo de rutina entre Barcelona y la ciudad alemana de Düsseldorf con 150 personas bordo.

Los informes de las investigaciones llevadas a cabo en Francia y en Alemania concluyeron que el copiloto Andras Lubitz, de 27 años, dirigió el avión contra la montaña de forma intencionada y que estaba aquejado por problemas psíquicos. Sin embargo, no afirmaron que padeciese una depresión cuando ocurrió la tragedia.

"Estamos buscando la verdad, como todos los allegados", dijo Lubitz. "Quiero destacar que nuestro hijo no estaba deprimido en el momento de la caída".

El periodista alemán especializado en accidentes aéreos Tim van Beveren, encargado por la familia Lubitz de analizar el caso, enumeró ante la prensa una serie de detalles técnicos en los que cuestionó la actuación y las conclusiones de las fiscalías y autoridades aéreas.

Familiares de las otras 149 víctimas criticaron la aparición de Lubitz precisamente en el día del segundo aniversario de la tragedia, que calificaron de "irresponsable".

Es una "provocación, una afrenta a los padres", dijo durante un homenaje a las víctimas en Alemania Ulrich Wessel, el director del colegio alemán Joseph-König, que perdió en el accidente a 16 alumnos de entre 15 y 16 años y dos profesoras. El grupo regresaba de un intercambio con un instituto cerca de Barcelona.

El Gobierno alemán rechazó las dudas planteadas por la familia del copiloto. "Para nosotros no hay motivo para dudar de los resultados de las autoridades que investigaron el accidente", dijo un portavoz del Ministerio alemán de Transporte.

Las críticas tampoco tuvieron eco en el sindicato de pilotos alemanes Cockpit. No leímos los 18.000 folios de los investigadores, solamente el informe oficial, explicó un vocero. "Nuestros expertos hasta ahora no se quedaron con ninguna duda".

El experto Van Beveren acusó a las autoridades de manejarse con prejuicios y de no seguir algunas pistas.

Los investigadores establecieron la causa tan sólo 48 horas después del siniestro, criticó. "Nunca vi algo así en los últimos 25 años". Asimismo apuntó que no hay pruebas contundentes de que Lubitz y no el comandante se encontrase en la cabina en el momento del accidente.

Según Van Beveren, nadie sabe lo que ocurrió verdaderamente hace dos años. "Todos manejamos suposiciones. Pero las suposiciones no son pruebas".

La Oficina de Investigación y Análisis para la Seguridad de la Aviación Civil de Francia (conocida por las siglas BEA), insistió que Lubitz se encontraba en la cabina cuando sucedió el accidente. "Los ingenieros analizaron las voces y los ruidos en la cabina. Para nosotros no hay dudas", dijo a dpa un portavoz.

La fiscalía de Düsselorf también contradijo la versión del padre del copiloto de que su hijo estaba sano y lleno de vida antes del accidente y sólo había consultado médicos por una afección ocular.

"(Lubitz) sufría desde hacía meses de insomnio, temía perder la vista, estaba desesperado", afirmó el fiscal Christoph Kumpa.

Günter Lubitz defendió el momento escogido para convocar la rueda de prensa coincidiendo casi al minuto con el segundo aniversario del desastre argumentando que era la única forma de atraer la atención.

"Tenemos que vivir con la situación de que no solamente hemos perdido a nuestro hijo como padres. Tenemos que vivir con el hecho de que sea presentado en los medios como un asesino múltiple de psiquis inestable y depresivo crónico", se lamentó.

En la localidad francesa de Le Vernet, cercana al lugar del siniestro, el presidente de Lufthansa, Carsten Spohr, hizo entrega a familiares de las víctimas de una escultura recordatoria.

Se trata de una esfera dorada que consta de 149 elementos -por el número de fallecidos excluyendo al copiloto- con orificios en los que los deudos podrán insertar recuerdos de sus seres queridos. La escultura será colocada en el lugar del accidente.