Más de tres millones de alemanes cantan o tocan un instrumento

Wiesbaden, 21 feb (dpa) - Más de tres millones de personas cantan en un coro, tocan en un grupo o forman parte de una orquesta en Alemania. Según las estadísticas, 38 de cada 1.000 habitantes se dedican a la música, ya sea en forma profesional o en su tiempo libre.

Sin embargo, el número de profesionales es en relación bastante reducido: apenas unas 70.000 personas trabajan como cantantes, músicos, directores o compositores, una cifra baja si se la compara con los más de dos millones de aficionados que cantan en un coro o tocan en una banda y con casi un millón de intérpretes instrumentales y cantantes en el ámbito de la música eclesiástica.

Quien el día de mañana quiere entrar al mundo de la música, tiene que empezar aprendiendo un instrumento. Casi un millón y medio de personas asisten a institutos de formación musical en Alemania.

"El instrumento preferido es el piano", indica Claudia Wanner, de la Asociación Alemana de Escuelas de Música. Le siguen en orden la guitarra y el violín. Los institutos no sufren por falta de demanda: hace diez años, la Asociación contabilizaba 1.080.000 alumnos, hoy en día son casi 1.400.000.

En Alemania existen 930 escuelas de música públicas, que reciben subvenciones estatales, y unas 340 instituciones comerciales. Ambos sistemas se enfrentan a un problema: la falta de maestros cualificados. Según las estadísticas, unas 52.000 personas trabajan como pedagogos especializados en música, pero es difícil motivarlos para enseñar a las masas porque los sueldos no son tan altos, observa Wanner.

La asociación de centros públicos de formación musical se esfuerza por conservar el nivel de subvenciones ya que la demanda existe, desde la formación inicial a temprana edad hasta los cursos de preparación para entrar al conservatorio.

Por supuesto, también existe el cliché de los adolescentes que aprenden a regañadientes a tocar un instrumento para complacer a sus padres. Pero el nuevo grupo en auge dentro de quienes se dedican a la música son las personas mayores, agrega Claudia Wanner. Quienes aprendieron a tocar un instrumento en la juventud, ahora quieren reactivar este pasatiempo y disfrutan en las "orquestas que peinan canas".