Estudio pronostica reducción del trabajo en negro en Alemania en 2017
Tubinga/Linz (Alemania), 7 feb (dpa) - El trabajo en negro y el empleo irregular continuará reduciéndose en Alemania en 2017 por octavo año consecutivo, según pronosticó un estudio publicado hoy por el Instituto de Investigación de Economía Aplicada (IAW) y la Universidad de Linz.
"Las mejores condiciones laborales en la 'economía oficial' conducen a que menos personas ofrezcan sus servicios en el ámbito de la economía sumergida", señala el reporte.
En este sentido, los investigadores del IAW prevén que el porcentaje del trabajo en negro en la primera economía de Europa, que en 2016 alcanzó el 10,8 por ciento del producto interior bruto (PIB), se reduzca este año hasta el 10,4 por ciento, registrando su valor más bajo desde 1995.
En concreto, el instituto estima que la economía sumergida mueva este año en Alemania un total de 330.000 millones de euros (352.000 millones de dólares), 6.000 millones menos que en 2016.
Según los investigadores, Alemania constituye una economía más atractiva que, por ejemplo, Estados Unidos o Suiza, a la hora de crear puestos de trabajo en negro debido a que se trata de un mercado laboral fuertemente regulado.
"Cuanto más regulado está un mercado, mayor es el intento por parte de los empleadores de crear una economía sumergida y, con ello, de evitar la normativa vigente", indicó Bernhard Boockmann, coautor del estudio del IAW.
Las profesiones que más empleo generan en el ámbito de la economía sumergida en Alemania son aquellas relacionadas con el sector de la construcción y los oficios, tales como fontaneros, electricistas o pintores, seguido de la hostelería y de servicios domésticos, mayormente aquellos relacionadas con el cuidado de personas mayores.
Por economía sumergida se entiende no sólo el trabajo que se presta en negro, es decir, aquel que se escapa al control del fisco y se paga con dinero en efectivo y sin factura, sino también otro tipo de generación de empleo irregular.
Con un volumen de economía sumergida del 10,4 por ciento, Alemania figura en la parte media de la tabla que compara a los 35 países pertenecientes a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que integra a Estados de todo el mundo, entre ellos los más avanzados pero también a naciones emergentes como México, Chile y Turquía.
"Las mejores condiciones laborales en la 'economía oficial' conducen a que menos personas ofrezcan sus servicios en el ámbito de la economía sumergida", señala el reporte.
En este sentido, los investigadores del IAW prevén que el porcentaje del trabajo en negro en la primera economía de Europa, que en 2016 alcanzó el 10,8 por ciento del producto interior bruto (PIB), se reduzca este año hasta el 10,4 por ciento, registrando su valor más bajo desde 1995.
En concreto, el instituto estima que la economía sumergida mueva este año en Alemania un total de 330.000 millones de euros (352.000 millones de dólares), 6.000 millones menos que en 2016.
Según los investigadores, Alemania constituye una economía más atractiva que, por ejemplo, Estados Unidos o Suiza, a la hora de crear puestos de trabajo en negro debido a que se trata de un mercado laboral fuertemente regulado.
"Cuanto más regulado está un mercado, mayor es el intento por parte de los empleadores de crear una economía sumergida y, con ello, de evitar la normativa vigente", indicó Bernhard Boockmann, coautor del estudio del IAW.
Las profesiones que más empleo generan en el ámbito de la economía sumergida en Alemania son aquellas relacionadas con el sector de la construcción y los oficios, tales como fontaneros, electricistas o pintores, seguido de la hostelería y de servicios domésticos, mayormente aquellos relacionadas con el cuidado de personas mayores.
Por economía sumergida se entiende no sólo el trabajo que se presta en negro, es decir, aquel que se escapa al control del fisco y se paga con dinero en efectivo y sin factura, sino también otro tipo de generación de empleo irregular.
Con un volumen de economía sumergida del 10,4 por ciento, Alemania figura en la parte media de la tabla que compara a los 35 países pertenecientes a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que integra a Estados de todo el mundo, entre ellos los más avanzados pero también a naciones emergentes como México, Chile y Turquía.
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