El sevillano Manuel Muñoz acerca un recóndito lugar a la Berlinale

Por Almudena de Cabo (dpa)

Berlín, 12 feb (dpa) - El cineasta sevillano Manuel Muñoz Rivas acerca un recóndito lugar de Huelva, en el sur de España, a la Berlinale con su película "El mar nos mira de lejos", que tuvo su estreno el sábado en la sección Forum, dedicada al cine de vanguardia.

La película, una mezcla entre ficción y documental, ofrece una exploración poética de una playa situada entre el pueblo de Matalascañas y Sanlúcar de Barrameda, en donde se alzan cinco cabañas habitadas por hombres solitarios frente al mar y apenas visibles entre los arenales del parque nacional de Doñana.

"La película surgió de un encuentro en un lugar particular, que es una playa en el sur de España. No de una idea en abstracto", recuerda Muñoz en entrevista con dpa.

Descubrir este lugar y ver a las personas que viven allí le despertó la curiosidad y las ganas de observar su forma de vida. "La película es una manera de acercarme a esa realidad", explica.

"Me resulta muy singular, muy particular para esta Europa nuestra. Unos hombres que viven en unas cabañitas, como ermitaños en una reserva natural y tienen el acceso restringido. Es una rara excepción y como excepción me dio la sensación que merecía la pena observarlos más de cerca", comenta sobre los hombres, tres de los cuales aparecen en el film.

Poco a poco, el cineasta fue ganándose su confianza. "La primera vez que me acerqué fue como un curioso que se está dando un paseo y charla con ellos. Después empecé a frecuentarlos con un poquito más de asiduidad y empecé a llevar una cámara de fotos, a sacarles fotos para que se familiarizaran con esto de que alguien los está mirando", comenta sobre un proceso que le tomó dos o tres años hasta poder ir con un equipo a rodar.

Muñoz entrelaza la solitaria vida de estos hombres entre las dunas con la leyenda de Tartessos, una antigua y olvidada civilización que yace supuestamente enterrada bajo grandes extensiones de dunas y que varios arqueólogos han intentado encontrar sin éxito, como el alemán Adolf Schulten, que a finales del siglo XIX, principios del XX, acudió con un equipo a la zona.

"Este alemán incluso la identificaba con la Atlántida en su delirio. Decía que Tartessos coincidía plenamente con la descripción que Platón hace de la Atlántida", declara Muñoz.

El hecho de que nunca hayan encontrado nada es lo que le resulta interesante al cineasta sevillano. "Permanece como una especie de fantasma. Me interesa como mito, más que como certeza de que pueda haber algo ahí. De hecho ojalá nunca encuentren nada".

Los hombres habitan la zona ajenos a este mito. "Alguno de ellos había oído hablar de ello y otros nada. Eso me pareció divertido. Ese tema ellos lo tratan con mucho desdén. No es nada romántico. El romanticismo lo llevaba yo", señala Muñoz sobre su primer largometraje.

Tras el tiempo que tuvo contacto con ellos, el cineasta los describe como personas que no se prodigan mucho en la palabra, que no filosofan mucho acerca de su condición y que ven con normalidad su situación. "De hecho, me da la sensación que les extrañaba que yo insistiera tanto en ir allí y en filmarlos", indica.

Sin embargo, Muñoz no intentó documentar esa realidad, sino que la transfiguró en algo diferente, en una realidad cinematográfica. "Es un mundo menos silencioso de lo que presenta la película, menos solitario", comenta.

Las cinco cabañas desaparecerán con el tiempo, ya que el suelo es del parque de Doñana. "Llegará un día que ya no estén. Por ejemplo, en la película sale una cabaña abandonada donde la arena ya está entrando. Es una imagen un poco premonitoria de lo que pasará con las otras".

Muñoz está feliz de poder presentar su film en la Berlinale después de dar forma a su proyecto lentamente con ayuda de subvenciones públicas y también una aportación de Holanda. De aquí se va a Hong Kong, donde se estrenará en abril y espera poder presentarlo pronto en España.