Sigmar Gabriel, un ministro de Exteriores que conoce los altibajos

Berlín, 27 ene (dpa) - Quienes le conocen bien, destacan de él no solo su dominio de la retórica o su cercanía, sino el valor de estar siempre alerta. El nuevo ministro de Exteriores de Alemania, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, ha tenido que echar mano de sus virtudes para hacer frente a una carrera política en la que abundan los altibajos.
Casado con una dentista y padre de una niña de cuatro años -está esperando un segundo hijo-, este antiguo maestro se convirtió en 1999, a los 40 años, en el presidente más joven del Estado federado de Baja Sajonia (en el norte de Alemania).

Cuatro años después, liderando de nuevo la candidatura del Partido Socialdemócrata (SPD), los resultados electorales le depararon el dudoso honor de ser el gran perdedor de los comicios, obligándole a abandonar la primera línea de la política.

En 2005, el por entonces líder del SPD en el país, Franz Münterfering, lo recuperó para la primera línea política al nombrarlo ministro de Medio Ambiente del Gobierno de coalición que firmaron el SPD y el partido cristianodemócrata, el primero que dirigió Angela Merkel.

El desastroso resultado electoral cosechado por los socialdemócratas en 2009 le llevó a asumir el liderazgo del partido, en el que se ha mantenido los últimos siete años. Desde septiembre 2013 hasta el pasado miércoles ocupaba además el cargo de vicencanciller y de ministro de Economía.

Ahora, a sus 57 años, cambia la cartera económica por la Exteriores, un cargo en el que se mantendrá tan sólo ocho meses, dado que en septiembre de este año se celebran elecciones generales en el país.