Karow (Alemania), 3 mar (dpa) - Las grullas grises siguen propagándose por Alemania y las naciones occidentales vecinas, explicó Wolfgang Mewes, de la presidencia del colectivo para protección de estas aves en Alemania.
En Alemania fueron contabilizadas por último unas 10.000 parejas reproductoras, alrededor del doble que hace 15 años. Sin embargo, en su principal zona de reproducción el ave es puesta a dura prueba por la sequedad, precisó.
"En Europa Occidental fueron observadas entretanto 55 parejas reproductoras en Holanda y Francia", dijo Mewes durante el encuentro anual de los protectores de grullas de Mecklemburgo-Pomerania Occidental en Karow.
De esta manera, el límite de propagación se corrió fuertemente hacia el oeste.
Estas majestuosas aves se benefician de la adaptación de su forma de vida a las estructuras del paisaje. Numerosas grullas invernan cada vez más al norte durante inviernos más moderados y de esta manera ahorran fuerzas.
Con unas 5.000 parejas reproductoras, la mitad de las grullas nativas de Alemania crían a sus pichones en Mecklenburgo-Pomerania Occidental. Le siguen Brandeburgo (2.750), Baja Sajonia (1.500), Sajonia-Anhalt (660), Schleswig-Holstein (550) y Sajonia con unas 300 parejas reproductoras.
En Renania del Norte-Westfalia se registraron hasta ahora 17 parejas reproductoras, en Turingia, ocho, y en Baviera, 21. "Entre ellos en Sajonia y Baviera hay parejas reproductivas que empollan a 600 metros de altura en las montañas del Osterzgebirge y a 500 metros de altura en las estribaciones de los Alpes", puntualizó Mewes.
Pero las consecuencias de la extraordinaria sequedad del verano de 2018 pondrá a prueba a las grullas durante este año, consideró. En el noreste en muchos territorios húmedos aún escasea el agua y las grullas no suelen poner huevos en los nidos secos.
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