Berlín, 2 mar (dpa) - La prestigiosa coreógrafa alemana Sasha Waltz, de 55 años, percibe un cuestionable anhelo de perfección en la sociedad actual, según señaló en declaraciones a la agencia dpa.
"Todo es cada vez más perfecto, más bonito. Esto también es propagado a través de las redes sociales", dijo Waltz a dpa. La vida es retocada y reordenada en las redes sociales, de modo que luzca más feliz, exitosa y rica en acontecimientos, opinó.
Waltz es considerada una las más influyentes coreógrafas de la danza contemporánea. Además de su propia compañía, próximamente dirigirá el Ballet Estatal de Berlín junto a Johannes Öhman.
La coreógrafa optar por mantenerse alejada de las redes sociales. "Intento utilizar el teléfono móvil solo como teléfono y portador de información", explicó.
Waltz observó que para muchas personas el teléfono móvil funciona como una droga y consideró que existe una especie de aturdimiento generado por los numerosos estímulos e influencias de la vida moderna.
"Ya casi nunca estamos en silencio. Por todos lados hay ruidos o centelleos de imágenes, videos, pantallas", afirmó Waltz, quien exhibirá el próximo jueves en la Volksbühne de Berlín su nueva obra de danza "rauschen".
Sobre el escenario se propone trabajar ampliamente con el blanco, luces y ruidos, entre ellos los de una vieja máquina textil. Pero esta aspiración a la perfeccion no solamente emerge de las redes.
"También existe una locura exagerada por la producción, el materialismo", manifestó la directora. Un fenómeno que asimismo ella podría tematizar de forma abstracta a través de la danza.
"¿Aspira el hombre cada vez más a ser tan perfecto como una máquina? ¿Debe rendir cada vez más? Esto para mí es un corsé", comentó Waltz.
"Es más que eso: es una cárcel a la que entramos voluntariamente. Hay que salir de ella", dijo, a la vez que llamó a aceptar las propias imperfecciones y la mortalidad.
Waltz comentó que ella misma padece un afán por la producción, pero que con el paso de los años se encuentra más abierta y relajada.
Inicialmente se generaron protestas por el hecho de que Waltz asumiera un puesto de liderazgo en el Ballet Estatal. Los bailarines dudaban de la idoneidad de Waltz, en su carácter de representante de la danza contemporánea, para dirigir una compañía clásica de ballet.
Comentó que al comienzo para ella fue difícil, porque no podía construir confianza en la medida que no lograba reunirse con los bailarines.
"Ni siquiera podíamos contar lo que queríamos hacer. Que no queremos destruir nada, sino que solamente queremos transitar otro camino", explicó. "Pero no en la medida que suprimamos algo, sino que agreguemos otra cosa", añadió.
Actualmente Waltz es invitada en la Volksbühne junto con su compañía "Sasha Waltz & Guests". También este tradicional teatro localizado en Berlín oriental se encuentra atravesando un proceso de cambio.
La casa fue dirigida durante muchos años por Frank Castorf y luego la lideró el comisario de arte belga Chris Dercon. Pero, tras las protestas surgidas en el ambiente artístico, el belga renunció a su cargo hace aproximadamente un año atrás. Actualmente se está en busca de un sucesor.
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