Opositores cubanos refugiados en Surinam denuncian presión para que abandonen sus reclamos
MARTÍ
Dos familias de opositores cubanos que protestaban desde el viernes pasado frente a las oficinas de la Cruz Roja de Surinam, a la espera de solucionar su situación migratoria, se vieron obligados a abandonar el apartamento que rentaban en la capital, Paramaribo.
Ivoyni Moralobo Melo, dama de blanco que solicitó junto a su esposo Servilio Villegas Marrero el asilo desde noviembre de 2016, dijo que al regresar del lugar de reunión recibieron la notificación deldueño del condominio.
“Llamó a mi esposo para decirle que Inmigración había llamado para pedirle permiso para entrar a la renta por la protesta pacífica que tenemos frente a la ACNUR porque estábamos exigiéndole al gobierno de Surinam”, en realidad se trata de las oficinas de la Cruz Roja en Surinam, intermediaria del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.
Unos dieciséis miembros, entre ellos niños, tienen el asilo político, con un permiso de residencia en el país por un año, pero no una autorización para trabajar ni enviar a sus hijos a la escuela, por lo que le han pedido a la ACNUR que los reubique en otra nació.
Otros integrantes del grupo de cubanos no han pasado siquiera por la entrevista que les conceda residir en Surinam.
Ante la disyuntiva de abandonar la protesta o quedarse en el condominio, explica Moralobo, decidieron rentar otras dos casas el sábado pues la medida fue aplicada también a José Antonio Moreira Laffita, esposo de la opositora Hortensia Milián Pedroso.
Moralobo aclaró para Martí Noticias que la prensa local habría malinterpretado las declaraciones que hicieron al iniciar la protesta.
“La prensa de aquí han venido en varias ocasiones a hacernos entrevista y han tergiversado las preguntas que nos han hecho. Entonces han dicho que nosotros le estamos haciendo reclamos al gobierno se Surinam, por lo que hoy hicimos un cartel en holandés de que nosotros no tenemos problemas con el gobierno de Surinam, n uestro reclamo pacífico es al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados”, aseguró la dama de blanco.
Otro tanto sucedió de parte de los funcionarios de ACNUR. Según Moralobo, la directora de la oficina le intentó que su esposo abandonara la protesta a cambio de los documentos de asilo.
“Llamó a mi esposo Servilio Villegas y a Pavel Herrera Hernández el viernes para decirles que dejara la protesta, que si la dejaban ella podía agilizar los papeles para que nosotros saliéramos de aquí”, explicó.
Ante una posible deportación, Moralobo Melo alertó: “Tenemos temor con lo que ha sucedido, más con el problema que hubo de la prensa, porque podemos ser desaparecidos y no pasa nada”. Concluyó.
Del grupo de opositores que salieron de Cuba y afirman haber sido perseguidos y arrestados en varias ocasiones, (las mujeres) integraban el movimiento Damas de Blanco, la iniciativa Todos Marchamos, del Foro por los derechos y Libertades, y el Movimiento Opositores por una Nueva República.
Dos familias de opositores cubanos que protestaban desde el viernes pasado frente a las oficinas de la Cruz Roja de Surinam, a la espera de solucionar su situación migratoria, se vieron obligados a abandonar el apartamento que rentaban en la capital, Paramaribo.
Ivoyni Moralobo Melo, dama de blanco que solicitó junto a su esposo Servilio Villegas Marrero el asilo desde noviembre de 2016, dijo que al regresar del lugar de reunión recibieron la notificación deldueño del condominio.
“Llamó a mi esposo para decirle que Inmigración había llamado para pedirle permiso para entrar a la renta por la protesta pacífica que tenemos frente a la ACNUR porque estábamos exigiéndole al gobierno de Surinam”, en realidad se trata de las oficinas de la Cruz Roja en Surinam, intermediaria del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.
Unos dieciséis miembros, entre ellos niños, tienen el asilo político, con un permiso de residencia en el país por un año, pero no una autorización para trabajar ni enviar a sus hijos a la escuela, por lo que le han pedido a la ACNUR que los reubique en otra nació.
Otros integrantes del grupo de cubanos no han pasado siquiera por la entrevista que les conceda residir en Surinam.
Ante la disyuntiva de abandonar la protesta o quedarse en el condominio, explica Moralobo, decidieron rentar otras dos casas el sábado pues la medida fue aplicada también a José Antonio Moreira Laffita, esposo de la opositora Hortensia Milián Pedroso.
Moralobo aclaró para Martí Noticias que la prensa local habría malinterpretado las declaraciones que hicieron al iniciar la protesta.
“La prensa de aquí han venido en varias ocasiones a hacernos entrevista y han tergiversado las preguntas que nos han hecho. Entonces han dicho que nosotros le estamos haciendo reclamos al gobierno se Surinam, por lo que hoy hicimos un cartel en holandés de que nosotros no tenemos problemas con el gobierno de Surinam, n uestro reclamo pacífico es al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados”, aseguró la dama de blanco.
Otro tanto sucedió de parte de los funcionarios de ACNUR. Según Moralobo, la directora de la oficina le intentó que su esposo abandonara la protesta a cambio de los documentos de asilo.
“Llamó a mi esposo Servilio Villegas y a Pavel Herrera Hernández el viernes para decirles que dejara la protesta, que si la dejaban ella podía agilizar los papeles para que nosotros saliéramos de aquí”, explicó.
Ante una posible deportación, Moralobo Melo alertó: “Tenemos temor con lo que ha sucedido, más con el problema que hubo de la prensa, porque podemos ser desaparecidos y no pasa nada”. Concluyó.
Del grupo de opositores que salieron de Cuba y afirman haber sido perseguidos y arrestados en varias ocasiones, (las mujeres) integraban el movimiento Damas de Blanco, la iniciativa Todos Marchamos, del Foro por los derechos y Libertades, y el Movimiento Opositores por una Nueva República.
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