Federer está de regreso: "No quiero ser el campeón del entrenamiento"


Por Kristina Puck (dpa)
Stuttgart (Alemania), 12 jun (dpa) - Roger Federer apenas vio el espectacular partido que libró el domingo su eterno rival Rafael Nadal para alzarse con un histórico décimo título en el Abierto de tenis de Francia.


El suizo de 35 años, considerado el rey del tenis sobre césped, prefirió mantener su estricto plan de entrenamiento de cara al miércoles, cuando debute en el torneo de Stuttgart tras una pausa de dos meses y con una gran misión: la de conquistar su octavo título en Wimbledon.

La gesta de Nadal, a la que calificó como "un logro gigantesco", le ha servido de acicate. "Es bonito ver que se pueda alcanzar un objetivo tan grande", dijo sobre el español, el primer jugador masculino en la historia que gana diez veces un mismo Grand Slam. "Ha abierto realmente un camino".

El césped sagrado londinense es para Federer lo que la arcilla de París para Nadal, el objetivo más caro sobre la superficie favorita.

Ambos volvieron con una fuerza inesperada al ruedo para repartirse los dos primeros Grand Slams de la temporada. Y todo es posible en Wimbledon.

El suizo podría convertirse en el primer tenista con ocho triunfos en Wimbledon e inscribirse en la historia como lo hizo Nadal en Francia.

"Espero que esto (la victoria de Nadal) me dé un poco de confianza", dijo Federer, para quien el español será un gran rival en el All England Club. "Va a llegar naturalmente con la autoestima muy alta a Wimbledon, lo que, obviamente, no es ideal para mí".

Federer volvió a las canchas con un corte de pelo nuevo, buen humor y muy relajado. Todas las dudas sobre los problemas de rodilla que sufrió el año pasado parecían olvidados.

El suizo se adjudicó este año el Abierto de Australia en Melbourne, que ganó en la final a Nadal, así como los Masters 1000 de Indian Wells y Miami. El mundo del tenis se quedó asombrado e incluso el propio Federer pareció sorprendido ante tan buen arranque.

Para administrar mejor sus fuerzas decidió saltarse toda la temporada de arcilla. "Una decisión absolutamente correcta", lo elogió el legendario ex tenista alemán Boris Becker.

Federer se tomó solo cinco días libres desde el 2 de abril, cuando venció a Nadal en la final de Miami, y aprovechó para afinar su juego y mejorar su estado físico. "Lo único que me faltan son los partidos. No quiero ser el campeón mundial del entrenamiento", bromeó.

La abstinencia de competiciones le ha servido también a nivel mental. "Uno vuelve a sentir ese imperioso deseo de ganar torneos. Cuando uno juega semana tras semana, este fuego pierde un poco de intensidad. Pero este no es mi caso".

El primero en enfrentar esa sed de victoria de Federer el miércoles podría ser el veterano alemán Tommy Haas. Para ello, el germano deberá imponerse antes al francés Pierre-Hugues Herbert. "Es un superamigo mío. Por ello será difícil apelar a mi mejor tenis. Pero sería lindo", dijo el suizo.

El año pasado, Federer llegó a Stuttgart después de varios meses catastróficos y alcanzó las semifinales, donde perdió ante el posterior ganador Dominic Thiem. La rodilla hizo del 2016 un año para el olvido. "Para mí el año comienza ahora. No tengo ningún problema físico. No tengo que suspender ningún entrenamiento. Estoy preparado".