Preguntas frecuentes sobre las tensiones entre los EE.UU. y Corea del Norte

VOA

¿Cuál es la controversia que rodea a Corea del Norte?


Washington y Pyongyang se han acercado al borde del conflicto por la creciente amenaza nuclear en la Península Coreana.

Desde que Corea del Norte llevó a cabo su cuarto ensayo nuclear en enero de 2016, ni Washington ni Pyongyang parecen dispuestos a hacer gestos de conciliación. Bajo el ex presidente Barack Obama, los Estados Unidos apoyaron el apoyo internacional para aumentar las sanciones contra el gobierno norcoreano.

Pyongyang respondió acelerando las pruebas nucleares y de misiles balísticos.

A principios de este mes en un desfile militar masivo en Pyongyang, Corea del Norte mostró lo que parecían ser nuevas formas de tecnología de misiles balísticos, que espera pronto será capaz de entregar una ojiva nuclear a los Estados Unidos continentales.

El presidente Donald Trump ha aumentado aún más la presión haciendo hincapié en posibles ataques militares para impedir que Corea del Norte desarrolle un misil balístico intercontinental capaz de atacar el continente de los Estados Unidos.

¿Qué están haciendo los Estados Unidos para hacer frente a las crecientes tensiones en la Península Coreana?

Trump y los funcionarios estadounidenses han dicho en repetidas ocasiones que todas las opciones permanecen "sobre la mesa" para hacer frente a las provocaciones de Corea del Norte.

Trump dijo que el Consejo de Seguridad debe estar preparado para imponer sanciones adicionales y más fuertes a los programas nucleares y de misiles balísticos de Corea del Norte.

"Corea del Norte es un gran problema mundial, y es un problema que tenemos que resolver finalmente", dijo Trump recientemente. "La gente ha puesto los ojos vendados por décadas, y ahora es el momento de resolver el problema".

Los comentarios se produjeron después de que Trump hiciera su última ronda de llamadas telefónicas separadas a los líderes de Japón, China y Alemania para discutir las preocupaciones sobre Corea del Norte.

¿Qué países participan?

Trump ha mantenido conversaciones con los líderes de Japón, China y Alemania sobre la amenaza planteada por Corea del Norte.

Una llamada telefónica esta semana entre Trump y el primer ministro japonés Shinzo Abe tuvo como objetivo aumentar la presión sobre Pyongyang para que no se involucrara en nuevas acciones provocativas, pero no fue motivada por ningún cambio significativo en la situación, según funcionarios de Tokio.

Abe también dijo que él y Trump acordaron que un papel más grande en tratar con Pyongyang debe ser jugado por China.

Trump posteriormente habló con el presidente chino Xi Jinping sobre Corea del Norte. En su conversación el domingo, el presidente chino dijo que espera que todas las partes eviten hacer algo para empeorar la tensa situación en la península de Corea, según la agencia de noticias Xinhua.

Además, Estados Unidos y China están lanzando cuatro rondas de conversaciones, mientras Trump se dirige a China a finales de este año en una visita encaminada a fortalecer la cooperación para reducir las tensiones en la Península Coreana.

¿Qué se está haciendo para abordar el problema nuclear en Corea del Norte?

Las Naciones Unidas impusieron sanciones económicas a Corea del Norte por sus programas nucleares y de misiles balísticos, y ahora están considerando medidas más duras, como la prohibición global de Air Koryo, la aerolínea estatal para castigar a Corea del Norte por sus continuas pruebas de armas.

Durante su visita a la frontera de Corea del Norte a principios de este mes, el vicepresidente Mike Pence anunció que la estrategia de Washington de la llamada "paciencia estratégica" terminó con el Norte.

Los Estados Unidos y sus aliados durante décadas han intentado variantes de esa estrategia sin mucho éxito. Los líderes autoritarios de Corea del Norte han seguido realizando pruebas nucleares y de misiles, viendo los programas como cruciales para su supervivencia.

Esta semana, Pence dijo que los Estados Unidos no están interesados ​​en negociaciones o concesiones menores del Norte, y todas las opciones, incluyendo una huelga militar, están sobre la mesa.

Ese es un cambio de tono para Trump, quien durante la campaña presidencial dijo que estaba abierto a hablar con Corea del Norte e invitaría incluso a Kim Jong Un, el joven líder del país, a negociar con los Estados Unidos.

¿Cuál es el final deseado?

El gobierno de Trump ha expresado repetidamente su descontento con lo que denomina "beligerancia" y "provocaciones" de Corea del Norte en la región y prometió defender a Corea del Sur, aliado de Estados Unidos.

La coordinación de esfuerzos para desnuclearizar la Península Coreana y hacer frente a la amenaza que plantean los programas nucleares y misiles de Corea del Norte son los principales intereses de Estados Unidos en este enfrentamiento.

La administración ha descrito su política hacia Corea del Norte como una de "máxima presión y compromiso". La política enfatiza fuertemente el uso de la presión económica de China en un esfuerzo por poner fin al programa nuclear del país, aunque la administración ha dado a conocer otros pocos detalles.

¿Cómo respondería Corea del Norte a una huelga estadounidense contra su programa nuclear?

Si bien Corea del Norte no tiene la capacidad de impedir una huelga estadounidense en su programa nuclear, podría fácilmente tomar represalias e infligir daños significativos a las naciones cercanas, según un informe reciente de Stratfor, una firma privada de inteligencia.

Tras el compromiso, la reacción inmediata de Corea del Norte sería muy probable que comenzara a bombardear Seúl con fuego de artillería, según el informe, lo que provocó al menos una destrucción parcial de la ciudad.

Las capacidades de artillería de Corea del Norte son limitadas, sin embargo, por fallas técnicas y cuestiones prácticas. Alrededor de una cuarta parte de sus proyectiles y cohetes no pudieron detonar en blanco en escaramuzas de artillería pasadas con Corea del Sur, y los equipos de artillería mal entrenados no podrían mantener la tasa de fuego necesaria para llevar a cabo una exitosa campaña de barrage.

El Norte también posee más de 1.000 misiles balísticos capaces de alcanzar Seúl y objetivos mucho más alejados, incluyendo posiciones militares estadounidenses en Japón. La amenaza más significativa de las capacidades balísticas del Norte proviene de su capacidad para sujetar ojivas nucleares en los misiles. Una sola huelga nuclear en el sur probablemente provocaría bajas masivas y destrucción.