Expertos alemanes creen que Moreno integrará una izquierda debilitada

Por Sara Ortiz (dpa)

Berlín 18 abr (dpa) - El reciente triunfo de Lenín Moreno en las elecciones presidenciales de Ecuador, lejos de ser una inyección de vigor al bloque de izquierda latinoamericano, supone la continuidad de un modelo político cada vez menos fiel a sus principios socialistas, coinciden dos académicos en Alemania.
Ecuador tiene un gobierno "cada vez más alejado del socialismo", afirma Daniel Azzellini, doctor en ciencias políticas y experto en movimientos sociales en América Latina, en declaraciones a dpa, en Berlín, en Alemania.

Según él, la victoria de Moreno no es una conquista del socialismo del siglo XXI, sino una muestra de confianza en la estabilidad. "De cierta forma se puede predecir qué tipo de política va a tener, que no será ni muy socialista ni progresista, pero en comparación con las derechas que hay en Ecuador es algo que promete más seguridad", opina.

Para Ximena Zapata, candidata a doctora en el GIGA-Instituto Alemán de Estudios Globales y Regionales y la Universidad de Hamburgo, el triunfo de Moreno no altera profundamente el escenario político regional, pues se mantiene un bloque de "izquierda bolivariana".

Este bloque, aunque debilitado, convive con otras tendencias políticas que persisten y que se han alterado como en el caso de Brasil tras la salida de Dilma Rousseff, y la de Cristina Kirchner, en Argentina, esta última procesada por supuestos delitos como asociación ilícita, lavado de activos de origen ilícito y negociaciones incompatibles.

Sin embargo, en términos más concretos, ambos expertos aseguran que Ecuador seguirá distanciándose todavía más del socialismo del siglo XXI, un concepto promovido por el extinto presidente venezolano Hugo Chávez.

Y la principal razón que alegan es que la nación andina no logró romper la lógica del capitalismo durante el "boom" de las materias primas en la región.

"Yo veo que en el Ecuador se ha dado un giro muy pragmático ya desde hace varios años que lo aleja de los principios plasmados en la Constitución de 2008. Se trata de una política económica caracterizada por la búsqueda de alianza entre el Estado y el gran capital privado, una economía más extractivista con prácticas que no toman en cuenta los impactos ambientales, se retoman las relaciones con el Fondo Monetario Internacional y la banca transnacional", explica Zapata desde Hamburgo.

En materia económica, Moreno tiene el desafío de cumplir las expectativas de una población beneficiaria de programas sociales, en medio de una crisis financiera que Ecuador no ha logrado superar tras el desplome del precio del petróleo en 2014 y que constituye su principal industria, asegura Azzellini.

El escenario se complica todavía más, pues un día después de las elecciones del pasado 2 de abril, el riesgo país alcanzó los 700 puntos, la cifra más alta de lo que va del año. Lo que para Ecuador se traduce en un limitado acceso al financiamiento externo y, sobre todo, más costoso.

Moreno se enfrenta a un escenario complejo, pero por otro lado refleja una imagen más conciliadora, que se aleja del estilo del presidente saliente Rafael Correa, por su carácter más apacible, menos beligerante y explosivo, cree Zapata.

"En Alemania, la imagen que se tiene de Ecuador es la de un gobierno con crecientes tintes autoritarios que limita la libre organización, la libertad de expresión y censura a medios", agrega.

Esta imagen se agudizó más cuando Ecuador vetó la visita de una delegación de parlamentarios alemanes de la Comisión de Ambiente, Protección Natural, Construcción y Seguridad, al Parque Nacional Yasuní, durante dos ocasiones, en 2014 y marzo de 2016.

"Ecuador tiene todavía la posibilidad de mejorar la imagen internacional y crear alternativas a la extracción del petróleo. Ya dio unos pasos sobre eso, todavía puede seguir esa camino", pronostica Azzellini.