Antiguo patriarca de VW Piech vende gran parte de su participación

Stuttgart/Wolfsburgo (Alemania), 4 abr (dpa) - El antiguo "hombre fuerte" de Volkswagen y uno de los principales propietarios del gigante automotor alemán, Ferdinand Piech, se desprendió de una "importante parte" de sus acciones en la automotriz, comunicó este lunes el holding Porsche SE.
Hasta ahora, Piëch poseía el 14,7 por ciento del holding, que tiene la mayoría accionaria de Volkswagen. A partir de ahora contará con una mínima participación, aunque de momento no se ha detallado el monto total.

El ingeniero de 79 años, que dirigió durante años los destinos de Volkswagen como presidente ejecutivo y luego como presidente del consejo de supervisión de Volkswagen, vendió su participación a miembros de las familias Porsche y Piëch.

Sin embargo, de momento, el nieto de Ferdinand Porsche, el legendario fabricante de coches y creador del "escarabajo" de Volkswagen, seguirá en el gremio de control de Porsche SE, donde cuenta con un puesto desde 1981 y deberá ser confirmado en él en la asamblea general de accionistas a finales de mayo en Stuttgart.

De acuerdo con informaciones aparecidas a mediados de marzo en el semanario "Der Spiegel" al dar a conocer la intención de Piëch de desprenderse de sus títulos, sus acciones ascienden a un valor de cerca de 1.000 millones de euros (1.070 millones de dólares).

Las dos familias propietarias de Volkswagen se distanciaron de Ferdinand Piech después de que éste acusase a su primo Wolfgang Porsche y a otros miembros del consejo de supervisión de haber estado al tanto de la manipulación de motores diésel en Estados Unidos antes de que saliera a la luz el escándalo.

La Porsche SE es una sociedad de participación financiera que tiene el 52 por ciento de las acciones con derecho a voto de Volkswagen y una participación del 31 por ciento en el capital de la automotriz.

Piech tomó las riendas de Volkswagen en 1993 como presidente ejecutivo en medio de una grave crisis en la que se temían despidos masivos. Ayudado por su jefe de personal Peter Hartz y junto con el comité de empresa y los sindicatos, introdujo la semana de cuatro días, que evitó la eliminación de puestos a gran escala.

En esa época fichó al español José Ignacio López para sanear con éxito las cuentas de la automotriz. En 2002 dejó la gestión ejecutiva para convertirse en el máximo supervisor al mando del consejo de vigilancia del grupo, que ocupó hasta abril de 2015.

Tras una lucha interna con el entonces presidente ejecutivo y "delfín" Martin Winterkorn, Piech dejó casi todos los puestos y se mantuvo en el órgano supervisor de Porsche.