Alemania da luz verde al polémico peaje en sus autopistas

Berlín, 31 mar (dpa) - La polémica implantación de un peaje en las carreteras alemanas, que beneficiará especialmente a los conductores de vehículos "limpios", pasó su último escollo legislativo al recibir hoy la luz verde del Bundesrat (Cámara alta) tras años de polémica por las protestas, principalmente de la vecina Austria.

El Bundesrat aprobó la ley que el Ejecutivo de Angela Merkel consiguió sacar adelante en el Bundestag tras realizar unos cambios en la misma para cumplir con el compromiso alcanzado con la Comisión Europea de ajustar el sistema de peajes a la normativa comunitaria y no enfrentarse a una sanción de las autoridades por discriminación a los turistas comunitarios.

La medida supone una concesión al partido socialcristiano de Baviera (CSU), formación hermana de la Unión Cristianodemócrata de Merkel y socio menor de la gran coalición que gobierna el país, que incluyó la implantación de un peaje como uno de los puntos centrales en su programa electoral y como requisito para apoyar al actual Ejecutivo.

A pesar de que en un principio la intención de Berlín era introducir el pago de una tasa que, en la práctica, sólo afectaría a vehículos extranjeros, las autoridades europeas obligaron al Ministerio de Transporte de Alemania a realizar modificaciones porque consideraban que era una medida discriminatoria para ciudadanos extranjeros.

El departamento que dirige Dobrindt pretendía cobrar el peaje a todos los conductores que utilizaran las carreteras alemanas, con la diferencia de que, al final de año, a aquellos automóviles registrados en Alemania se les permitía deducir el importe del peaje a través del impuesto de circulación anual.

Los cambios aprobados hoy en Consejo de Ministros establecen que todos los conductores alemanes que posean un automóvil deben pagar un peaje de carácter anual cuyo importe dependerá tanto del tamaño como del nivel de contaminación que emita el automóvil. De media, esta tasa ascenderá a unos 67 euros (72 dólares) y como máximo será de 130 euros.

En el caso de los conductores extranjeros, además de este peaje anual existirán otras dos posibilidades: podrán adquirir un bono de peaje válido para diez diez días u otro de dos meses. Los importes variarán desde los 2,5 a los 50 euros, dependiendo del automóvil.

El plan del Gobierno de Merkel, no obstante, contempla compensaciones para los conductores alemanes a través de una reducción del impuesto de circulación, que les saldrá especialmente rentable a los propietarios de automóviles "limpios".

La puesta en marcha de este peaje ha recibido numerosas críticas en Austria. El país vecino critica la medida y su ministro de Exteriores, Jörg Leichtfried, insiste en que la implantación de la tasa contraviene los principios europeos.

Alemania espera poder poner en marcha el peaje en sus carreteras en el año 2019. Según cálculos del Ministerio de Transportes del país, se espera que, una vez deducidos los costes de implantación, la medida sirva para recaudar unos 524 millones de euros al año, que serán destinados a inversiones en la mejora de la red viaria.